Si la realidad fuera sólo deseo y anhelo, el mundo sería el gran teatro habitado por marionetas del sentir. Cuerdas, tensoras del pensamiento. Hilos, lazos que impiden salir. Alambres, certezas estableciendo distancias.
Si la realidad fuera sólo deseo y anhelo, la vida una existencia de títeres, escondidos en el baúl de los viajes, vapuleados por el camino itinerante, saliendo al mundo ante la gran actuación del instante, el gran momento de la sesión.
Y después…. después la nada, el vacío, el abismo, la oscuridad…
La realidad, la vida, los días, los instantes, los momentos… se visten de deseos y anhelos caminando hacia la realidad. Sin ser escollo, sin ser lazos, sin ataduras, siendo vida, siendo camino, siendo verdad.
Caminos de la vida... caminos sin andamiajes, sin atajos, sin desviaciones, sin acortamientos, anhelos por el vivir, vida de los instantes, pasión por los momentos.
Y nuestra vida… caminando libre, sin quimeras, sin lazos, olvidados y seguros en brazos de la misma vida, con la misma simplicidad de ser, de existir, de vivir...
ENRIQUE
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