Ejemplo: “No voy a tolerar más tu desidia: limpia tu cuarto o serás castigado”, “Por la desidia de los gobernantes, se produjo un nuevo accidente en el antiguo puente que cruza el río Rolando”, “Lo que más me molesta en una persona es la desidia para resolver los asuntos que hay que atacar de inmediato”.
La desidia puede asociarse a la dejadez, la indolencia, el desgano, el desinterés, la holgazanería, la pasividad y la vagancia. El concepto puede aplicarse al orden de una casa (“Termina con la desidia y organiza tus cosas que ya no hay lugar para nada”), la higiene personal (“La depresión lo sumió en la desidia y ya ni siquiera se afeita”), el cuidado de los niños (“Juanita se golpeó la cabeza por la desidia de sus padres, que no le prestan suficiente atención”), la atención a los problemas (“La desidia de Roberto hará que nos embarguen la casa”), etc.
La noción de desidia también puede estar vinculada al abandono, la desatención y las faltas en el cumplimiento de una obligación. Si el gobierno deja de atender las necesidades de mantenimiento de un camino, puede hablarse de desidia. Este tipo de conductas o actitudes incluso pueden resultar fatales (por ejemplo, si se produce un accidente de gravedad