"No hablamos mucho. Noté que sus silencios
(y, en consecuencia, nuestros silencios)
no son embarazosos:
son sólo un tiempo diferente
entre el tiempo de las palabras.
Creo que es posible estar largo
tiempo callado al lado de ella
y que ese silencio sea otra forma de
continuar el diálogo."
(Jose Saramago)