Hola Quijote, esa reflexión me la he hecho muchas veces, siempre llego a la misma conclusión: he vivido la vida que me tocó vivir, algunas veces disfruté y otras veces lloré, ha sido una vida de risas, alegrías, lágrimas y penas. Eso es vivir, lo demás son complementos opcionales.
Se que no he hecho obras grandiosas, se que no he sido relevante para el planeta, pero tampoco creo que haya vivido en vano, porque he hecho obras grandiosas conmigo misma, me he engrandecido día a día y no viví en vano porque lloré, reí y amé, he visto el mar, ríos y montañas, conocí a las aves, escuché su canto, conozco el verde, el azul y el blanco, escuché la risa de los bebés, me cuidó un perro, cuidé a un gato, hombres me han amado, yo los he amado también, conocí y viví con mis abuelos, tengo a mi mamá, disfruté de mi papá, tengo hermanos y muchos lindos amigos, tengo dos hijos y tengo un nieto y un esposo con un matrimonio de 35 años que quizás fue más malo que bueno, con más bajas que altas, así es la vida y al final creo que es mejor diablo conocido que santo por conocer, quizás otro matrimonio pudo ser mucho mejor pero pudo ser mucho peor.
Tuve una infancia feliz, exceptuando los momentos en que estaba con las monjas, no recuerdo que pasaba en mi vida a los 8 meses de nacida, pero siento en lo profundo de mi alma y viendo como soy y como he vivido, y aunque no tengo conciencia, se que fuí una bebé feliz y con eso me basta.
Cuando me toque irme, me iré asustada por aquello de lo desconocido, me iré triste por dejar esta vida que amo inmensamente y por dejar a los que amo y quizás por no haber conocido el mundo, pero me iré alegre porque pudo haber sido peor.
Si me preguntan o me obligan a decir, creo que lo único de que realmente me quejo es de lo que tu más bien has disfrutado mucho, no he viajado, de eso me quejo.
De resto, me guste o no, lo acepto, lo asumo y no me arrepiento, porque pude cambiarlo y no lo cambié, de nada valen arrepentimientos si no tenemos la firme disposición al cambio, pero si no cambiamos nada es porque aunque no lo sabíamos no nos convenía cambiar.
Por lo tanto, te digo lo que en alguna parte dije:
NO SE SI HUBIERA SIDO MEJOR O PEOR, NO HICE NADA PARA CAMBIAR NADA, PERO SI LO HUBIERA CAMBIADO, NO SE SI HUBIERA SIDO MEJOR O PEOR.
Así que lo único que me queda es aceptar que lo que he vivido es lo mejor que me tocó. No he sido perpetuamente feliz ni perpetuamente infeliz, he tenido muchos momentos de esos dos, momentos para reir, momentos para llorar y los agradezco los dos porque me han servido para aprender y superarme.
Según tu cuenta, son 20 años para vivir, no se cuantos viviré yo ni quiero saberlo, pero si me corresponden 15, los agradezco y me parece estupendo que de esos 15 al menos 5 sean de los buenos.
¿Por qué no disfrutar de la vejez?. Me niego a resignarme a ser un palo seco, sin verde, sin hojas y sin ramas. Si llego a anciana tendré mi encanto, aunque asustada por la inminente y cercana partida, tendré algo para reirme, me encargaré de eso. No seré una anciana llena de pesadumbre sentada en una silla viendo la vida de otros pasar, soñaré y viviré en otros mundos como siempre he hecho porque lo único que no me pueden quitar es la imaginación.
Pude haber hecho más cosas y no sé si las haré, pero no viví inútilmente, de eso estoy segura.
Entonces tuve y tengo una buena vida, mejor imposible, todo lo demás se va al saco roto.