Me pregunto cómo hacer
para olvidar
cuando el corazón se
empeña en revelarse;
cuando angustian los
instantes de esperanzas
y las heridas tardan
en cerrarse.
Cómo olvidar el gesto
complacido
y la buena costumbre
de abrazarse;
cómo olvidar las
promesas proclamadas
y la dicha infinita de
besarse.
No es fácil
desplazarse libremente
por la escalera
sinuosa del sentido,
si aceptamos vestir
con la ropa
que nos brinda la
aspereza del olvido.
Es demasiado difícil
reinventarse
y vivir sin lo que
tanto se ha querido,
acostarse en la cama
de recuerdos
y despertarse como un
náufrago perdido.
Es tan intenso el amor
cuando nos llega
que no pensamos que no
existe nada eterno,
y al llegar el
instante de alejarnos
nos golpea en la cara
el sufrimiento.
La vida es un
constante aprendizaje
y hay realidades que
aprendemos sin tropiezos,
pero aprender a
olvidar cuando se ama
es intentar asesinar
los sentimientos.
No obstante, aunque
duelan las espinas
de la rosa de amor
rota sin mieles,
es necesario asumir la
despedida
para no morir de amor
que no se muere.
Aprendemos duramente a
navegar
por los mares
difíciles del tiempo
y dejamos jirones de
la vida
en la lección más
difícil que aprendemos.
Escondemos el rostro
en el silencio,
nos negamos a mirarnos
al espejo,
y caminamos sin rumbo
abriendo surcos
sobre las escarpadas
rutas de los sueños.
Cómo hay que hacer
para olvidar
después que se ha
vivido tan intenso
creo que hay que
aprender a reinventarse
mientras el paso del tiempo, oficia el resto.
QUE HE DE HACER PARA OLVIDARTE....
ES NO HABERTE CONOCIDO