¡Háblame, como las flores hablan!...
¡Elevando tu cáliz hacia el cielo
Esparciendo polen de versos en el viento
Con la poesía de tus labios purpurinos!
¡Cántame, como los pajarillos cantan!...
¡Quiero sentir la cadencia de tu voz
De armoniosos y aterciopelados trinos
Acariciando, mis profanos oídos!
¡Abrázame, como el huracán abraza!...
Haciendo crujir mis huesos
Y en el ojo de la tormenta…
¡Con pasión, y sin compasión, hazme el amor!
¡Bésame, como el agua besa!...
¡Ve por mi cuerpo de centauro
Cubriendo mi cuerpo entero
Para ahogarme en tus mares!
¡Quémame, como en tu piel el fuego quema!...
¡Dame tus carnes urgidas de amor
Atrápame en tu vientre corza
En el goce, de la más delicada flor!
¡Quiero el sabor de tu cuerpo salado
Morder la cereza, de tu mentón erotizado,
Y mirar en tus ojos, el blancor placentero
En una noche de estrellas colmado!
¡Quiéreme, como Dios quiere!
Envuélveme en tu seno caliente
Dame los latidos… ¡el cántico de tu corazón!
¡Y se feliz conmigo, para siempre!