"No sé si sonreír porque somos amigos...

o llorar y llorar porque nunca

seremos más que amigos".

Amigos... ¿Estás oyendo tú misma lo que me propones?
Sí claro, yo supongo que podemos serlo.
Es más complicado de lo que en verdad supones,
pero hay que intentarlo, no basta con quererlo.

Veamos... tal vez después de todo no cueste tanto,
es cuestión de adiestrar la memoria...
Saber que te amo pero no recordar cuánto
y borrar los pasajes más bellos de nuestra historia.

Nada de recordar nuestros besos ni los abrazos,
nada de nostalgias y de murmurar un nombre...
Nada de debilidades y de ir tras tus pasos...
Nada de celos si te veo con otro hombre.

¿Lo ves? Es sólo borrar y nada más,
Al fin y al cabo, eso se logra hasta por decreto,
Tú que tanto me amaste ya no me amarás
y no importará si al amor le faltamos al respeto.

Todas esas veces que ardiendo tú y yo nos quisimos,
el hambre de pasión que teníamos al amarnos,
todas esas cosas que desnudos hicimos
y el dolor inmenso que nos daba separarnos.

El sudor de tu piel y de la mía, mezclados los dos sudores,
tu olor corporal que tanto me fascinó...
Los dos nos reíamos mucho con eso de los olores,
pero ya no reirás tú... ni volveré a reírme yo.

Amigos. Me propones que lo intentemos,
claro, no faltaba más, es como soplar y hacer botellas...
echar a la basura todo lo importante que tenemos
y en la noche pedir que dejen de brillar las estrellas.

Es que ellas fueron siempre fieles testigos
de cuánto te amé, de cuánto me amabas...
Pero bueno, desde hoy seremos sólo amigos,
tú empezaste esto y tú ahora lo acabas.

¿Cómo debo decirte ahora? No podrá ser como antes,
ahora ¿besos en la mejilla? ¿En la frente?
Difícil acostumbrarse después de ser locos amantes,
a ser amigos de “hola y chao” solamente.

Como quieras, amigos entonces, desde hoy...
Donde soplaron huracanes de pasión reinará la calma.
Tendrá mi corazón que saber lo que sin ti soy
y lo que era contigo, sólo lo sabrá mi alma.