¿Quién habló de que un día hubiera de perderte?
¿Quién dijo que tu sombra, al fin, quedará quieta?
¿Es que ignoras acaso lo que aprendió a quererte
El alma ennoblecida de ternura secreta?
Un amor que es amor no termina en la muerte,
Pues no tiene principio ni término ni meta;
Sometido al don mágico que todo lo convierte,
Y todo lo transforma, y todo lo interpreta.
Teniéndote a mi lado, la vida es vida-vida,
Pero sin ti transcurre en tiempo de amarguras;
Mi lámpara no arde, ¿a qué estar encendida?
Y en el balcón el viento siempre gime por triste,
Que a tientas tras tu imagen, por voluntad a oscuras,
En tu recuerdo sólo, el corazón subsiste.
REBORA MARILINA