Cuando le preguntaron a Garrison Keillor, escritor y humorista estadounidense, si creía que, en el fondo, lo único que todos queremos es ser amados, respondió: "No, queremos ser ricos, ser admirados, comer como leones y estar flacos como serpientes. Deseamos que los niños nos pidan autógrafos, y tomar medicinas mágicas que nos relajen y nos vuelvan ingeniosos y sensuales. Pero, como no podemos tener todo eso, nos conformamos con que nos amen"
Que gran verdad. Gastamos nuestra vida detrás de cosas que parecen imposibles de alcanzar todas juntas y a la final tenemos que volvernos para buscar lo que está más cerca de nosotros. Fuimos hechos para amar y ser amados.
El mejor regalo que Dios nos ha dado ha sido su amor expresado corporalmente en su hijo. Decidamos no desesperarnos tras lo que quizá nunca logremos y volvámonos a aquel que está cerca de nosotros, Dios y entonces estaremos más cerca de nuestros semejantes.
Yo siempre recuerdo tu amor y por eso te soy fiel.