La luz de ocaso moribunda toca Del pinar los follajes tembladores; Suspiran en el bosque los rumores Y las tórtolas gimen en la roca.
Es el instante que el amor invoca, Ven junto a mí; te sostendré con flores, Mientras roban volando los amores El dulce beso de tu dulce boca.
La virgen suspiró; sus labios rojos Apenas, "¡Yo te amo!" murmuraron, Se entrecerraron lánguidos los ojos,
Los labios a los labios se juntaron Y las frentes bañadas de sonrojos, Al peso de la dicha se doblaron
FLORES MANUEL.
|