Cada relación que vivimos antes de encontrar a nuestra alma gemela es solamente un paso en el camino hacia nuestro destino final. Ninguna relación, incluso si termina en un divorcio, es un error. Cada relación cumple un propósito profundo al acercarnos más a nuestra alma gemela. El asunto es, ¿estamos usando las oportunidades para transformar nuestra naturaleza al aprender de nuestros errores? Si no aprendemos de nuestros errores, terminaremos en otra relación que será una mera repetición de las lecciones que vinieron antes. Sólo los nombres y las caras serán diferentes. Hoy, piensa en un error garrafal que cometiste en una relación anterior. ¿Cómo puedes hacer las cosas de forma diferente ahora?