Aquellos trabajadores que han decidido no hacer huelga, se presentan en su puesto de trabajo o reemplazan a otros, son conocidos despectivamente como “esquiroles”. El origen del término esquirol para referirse a los‘rompehuelgas’ lo encontramos en la segunda mitad del siglo XIX. La población barcelonesa de Manlleu destacaba por la producción textil. Hasta 1855 los tejedores trabajaban por encargo de los fabricantes en sus propias casas y sin control de horario y/o producción fija. Fue en ese año en el que se construyó un edificio al que debían acudir a tejer durante un número determinado de horas al día. Los trabajadores se negaron a acudir a tejer a la factoría, queriendo seguir trabajando desde sus casas; hecho que propició que el empresario acudiese a la población más cercana en busca de personal que quisiese ir a trabajar a la fábrica. La localidad se llamaba L’Esquirol (actualmente Santa María de Corcó). La noticia corrió rápidamente por toda la comarca, haciéndose público que ‘los esquiroles’ (en catalán ‘els esquirols’) estaban trabajando como reemplazo de los tejedores que se encontraban en huelga. Desde aquel entonces, el término esquirol se ha popularizado y utilizado en todo el territorio español como sinónimo de rompehuelgas y para referirse a aquellos que acuden a su puesto de trabajo o reemplazan a otros en una jornada de huelga.