En la parábola Jesús cuenta de un señor que dio responsabilidades a cada uno de sus siervos según su capacidad. El siervo responsable por las cinco mil monedas mostro ser digno de la responsabilidad puesta sobre el, pues durante el tiempo en que su señor estuvo fuera, el invirtió bien las monedas y ganó cinco mil mas. Lo mismo sucedió con el de las dos mil monedas. Estos dos siervos recibieron el doble en cambio a su buena labor. Lamentablemente, por temor, el siervo de las mil monedas no supo aprovechar la oportunidad tenia por delante. No tomó acción. Este si se quedo con los brazos cruzados.