“El ser” es una expresión del alma y la mente. “El hacer” es una expresión del cuerpo.
Todas las experiencias del cuerpo proceden de experiencias del alma y la mente. Tienen que elegir cuál Prefieren.
Si eligen la mente, como se sienta su mente, se sentirá su cuerpo. Si eligen su alma, como se sienta su alma, se sentirá su cuerpo.
El alma siempre siente alegría, porque el alma es alegría. El alma siempre siente amor, porque el alma es amor. El alma siempre se siente conectada con la maravilla de la vida, porque el alma es la maravilla de la vida, expresada.
Para sentir esto siempre, tienen que estar fuera de su mente. Tienen que “salirse de su cabeza” y entrar en su corazón. El corazón es el puente entre la mente y el alma. Primero sálganse de su mente y métanse en el espacio de su corazón. Desde allí el salto a su alma es rápido.
Si se quedan en su mente, influirán en ustedes las construcciones de su mente. Si la mente es obstaculizada o debilitada, el cuerpo funcionará de manera que refleje eso. Si la mente es elevada, fortalecida o renovada, el cuerpo funcionará de manera que refleje eso.
Si a la mente se le desalienta, disminuye, restringe, frustra, enfurece, hiere o agita, el cuerpo lo mostrará. Si a la mente se la excita, amplía, se le quitan limitaciones, y es exuberante, alegre, sana y está en paz, el cuerpo se comportará de manera totalmente distinta.
Cuando están en el espacio de su corazón con otra persona, es cuando pueden sostener una real plática del alma. Cuando están en el espacio de su corazón con ustedes mismos, es cuando pueden experimentar el conectarse con su alma a un nivel muy profundo. Es cuando pueden experimentar la comunión con Dios.
Neale Donald Walsch.