Recordarás aquella quebrada caprichosa
A donde los aromas palpitantes treparon,
De cuando en cuando un pájaro vestido
Con agua y lentitud: traje de invierno.
Recordarás los dones de la tierra:
Irascible fragancia, barro de oro,
Hierbas del matorral, locas raíces,
Sortílegas espinas como espadas.
Recordarás el ramo que trajiste,
Ramo de sombra y agua con silencio,
Ramo como una piedra con espuma.
Y aquella vez fue como nunca y siempre:
Vamos allí donde no espera nada
Y hallamos todo lo que está esperando.
PABLO NERUDA