Nada está sujeto a los ojos para siempre Nada tiene lazos de leyenda a través del murmullo Sólo tu sombra da el destino y despierta la caverna Tu lumbre que suspira a modo de subir Entregándose entera en su esperanza Como chispa confiada y como signo de su hondura.
Volvamos al principio sin conclusión alguna En virginal salida de la piel vidente Sin suceso del día ni del año sino largo memorial De la raíz a la más alta punta Con los dedos crecidos por el viento Y el terror de los anuncios obscuros regalados Humildemente regalados como semillas a la madre Así el barco buscado por sus aguas Ha de reconocer los fluidos de su acento Y será reconocido por las puertas hermanas.
La idea es nacimiento y sepulcro de grandes alas Es vuelo general, es huñida de células y huesos En árbol repentino sin recuerdo aparente Es un río asomado a su balcón En el ir y venir de rincones incógnitos Entre cabezas y corazones asustados por su modo de ser Infinito alarido por el tiempo enseñado Con tanta muerte adentro que es cúspide de vida Interminable océano sacrificado a la noche Y noche sacrificada al sol que no la espera.
HUIDOBRO FERNANDEZ
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