A mis pies cae lluvia de luz, en el alba, besos para mí son, de un nuevo sol redentor, que van inundando de fuerzas mi alma, para ayudarme a soportar, gritos de dolor. ¿Dónde estás, corazón.?
Hoy, no me importa perder, si mañana gano para mis hijos, libertad. Que corra mi sangre, si sirve para florecer caminos desiertos de triste tempestad.
Hoy, otra vez, he bajado hasta el mismo infierno, y sigo sin comprender, que el pasado se nos hace eterno. Qué motivo nos impide despertar, cansados nos dejan y nos dejan sin respirar...
Y hoy, no me importa destrozarme las manos, derribando muros, desatando cadenas, rompiendo ladrillos, recorrer hasta el fin, caminos, mares y pantanos, sin odiar a los que matan niños y sin maldecir a los que no respetan, el trabajo de los ancianos, no me importa destrozarme hoy las manos, si con ésto,mañana ganaré igualdad, para los míos. No me importa si me rompo las uñas, si me destrozo las manos, segando malas hierbas, segando trigo, si para mañana, gano pan, pan para mis hijos.
De tierra santa vengo, a tierra santa voy, acógeme, mi bienamada, acógeme señor, acógeme otra vez, hoy, un nuevo peregrino soy. Ayúdame a soportar, tanta crucifixión..., sin razón. ¿Dónde estás, corazón.?
( De la red )
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