Cuando miramos al
cielo en una noche estrellada, estamos mirando hacia el pasado.
Sí, efectivamente, al
mirar las estrellas, las estamos viendo cómo eran hace años, incluso miles de
años atrás en el tiempo.
¿Y por qué sucede esto
así?
Porque la velocidad de
la luz es de 300.000 kilómetros por segundo, y si bien es una velocidad
asombrosa, sucede que las estrellas están tan lejanas de nosotros, que la luz
emitida por ellas tarda años, siglos y milenios en llegar hasta la Tierra,
hasta nosotros.
Por eso las distancias
estelares se miden en años luz, es decir, el camino recorrido por la luz en un
año, alrededor de 10 billones de kilómetros.
Por ejemplo la
estrella más cercana a la Tierra es la llamada Alfa Centauro que está a más de
40 billones de kilómetros de la Tierra, por lo que la luz que sale de esa
estrella tarda unos 4 años en llegar a nosotros. De modo que si una noche clara
de luna, pudiéramos mirar hacia esa estrella, la estaríamos viendo como era
hace cuatro años atrás, pues la luz que llega a nuestra retina, partió de la
estrella hace cuatro años.
Pero eso no es todo,
porque hay estrellas que están muchísimo más lejanas, y la mayor parte de las
que vemos en las noches estrelladas, están a cientos de años luz, por lo que
las estamos viendo tal cual como eran hace cientos de años.
El mismo sol incluso,
no lo vemos tal cual es ahora, sino como era hace unos 8 minutos y 20 segundos
atrás, pues se encuentra a 150 millones de kilómetros de la Tierra, y la luz
que parte del sol tarda en recorrer el camino hasta la Tierra, ese tiempo de 8
minutos 20 segundos. De modo que si en este instante el sol se pusiera rojo,
nosotros en la Tierra lo veríamos recién a los 8 minutos y 20 segundos.
Cosas interesantes que
es bueno meditar, para alabar a Dios que ha hecho las cosas tan maravillosas,
las estrellas tan enormes y las distancias entre ellas tan siderales.
Así que recordemos que
cuando una noche fresca salgamos al patio de nuestra casa y miremos el cielo
estrellado, estaremos mirando hacia el pasado remoto.