Como el brillo de la Luna,
en una noche plateada,
sus rayos se refelejan en el mar
Así brilla la hoja afilada
de mi navaja, hubo duelo
hubo lucha, sintió el
crte certero y limpio,
el que hizo brotar la sangre´
roja de la pasión.
La sangre brotó y sin
fuerzas como amor perdido
lo mató
El destino fué ese, no pudo retenerte,
la voluntad muerta,
moriré lentamente, esperando
el roce de tu piel, el frescor de
tus labios y el reposo de tus brazos.
Te esperaré en el país de nuestros
sueños y fantasías, construyendo
nuestro nido de amor el
que llenaras con tu cuerpo
el que dará tu calor.
Hoy con mi mano herida te escribo
herida de dolor, mañana será
con espíritu y todo amor.
Del brillo de la Luna y de la
hoja de mi navaja, te digo adiós
con amor......
Enrique