Eres como un libro en blanco,
todo nuevo, todo ilusión, todo por descubrir.
No pienso dejarte abandonada en la estantería
de las causas pendientes;
no hasta que sea preciso empezar otro libro juntos.
Quiero oler contigo las verdades de lo simple:
Estremecernos con ese amanecer
tardío entre sabanas revueltas.
Las risas sin contención,
las sonrisas de puro placer,
esa risa tonta, de tontos extasiados por descubrirse.
Que no se pierda jamas ese temblor del primer día,
que sea una fiesta descubrirnos a diario.
Que esas mariposas locas sigan danzando,
revoloteando de emoción, por el goce previo al encuentro.
Que mis ojos sean capaces de encenderse
de deseo al verte llegar a lo lejos.
Que tu cuerpo y el mio sean cuerpos de estreno,
que la piel ya casi marchita y reseca,
vaya recobrando poco a poco la tersura la paso de tus caricias.
! Y mirarte y que me mires con los ojos de bonito ¡
No sentir miedo de presentarme desnudo
de cuerpo y alma a los pies de tu cama.
Equivocarme una y otra vez,
hasta que encontremos el camino de la felicidad.
Y que me cantes, desafinando con amor, siempre.
no me importara donde, ni como , ni cuando....
Enrique
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