SE SIENTE FRÍO EN EL ALMA
El fresco de aquella mañana,
despertaba los sentidos,
haciendo el paso ligero,
a la vez que se pensaba,
en el paro con desaliento,
de un año más que pasaba,
sin trabajo ni esperanzas.
Un frío recorría el alma,
y la dejaba suspendida,
sin sentimientos de afecto,
sin ilusiones futuras,
sin tiempo para veranos,
ni alegrías, ni amigos,
ni cercanías lejanas,
ni lejanas amistades.
Ésas que se alejan,
cuando uno es un parado.
Que ni produce, ni sonríe,
y está todo él amargado.
Pues todo se aleja despacio,
de la vida de un parado...
Hasta las luces nocturnas,
se cierran en la mañana,
y él camina sin rumbo.
Tan solo a su lado está,
el fresco de la mañana,
que despierta los sentidos,
haciendo el paso ligero,
hacia ninguna parte...
ni concreta, ni real.
Y sus pies se arrastran,
tal vez hacia el desánimo,
que acompaña a los parados,
que se meten en un triste bar
para no llorar en casa...
cuando el alma siente frío