Caen las paredes, arcilla fina
que ciñe el aire, el aire siempre el aire
y las chispas contenidas
como pàjaros divinos uuelan ante los ojos
fuertes , sonoras, inmensas.
En el acto amoroso del encuenttro
encuentro sagrado con un temblor de manos,
encuentro de un quererse nuevo
como sol maduro,
como rìo que no duerme y se estira mansamente
en la cicatriz de las alas
23/6/09
Estela
Maji
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