Cuando no estés, si es que no estás un día,
mi voz, sin voz, romper el pecado te llama.
Cuando no esta, si es que no estoy un día,
Oirase mi voz que pasa es un rumor.
Cuando no estés, si es que no estás un día,
Clamaré por tu gracia en toda gracia.
Cuando no esta, si es que no estoy un día,
mover mi perfil la luna fría
ciega en las que hay en tu ventana.
Cuando no estés, si es que no estás un día
OIRE sólo las palabras en tu palabra.
Cuando no esta, si es que no estoy un día,
verás mi sombra entre la sombra fría
Junto a la cabecera de tu cama.
Cuando no estés, si es que no estás un día
en cada verso mío habrá una lágrima.
Cuando no esta, si es que no estoy un día,
Me voy a sentir bajo la tarde fría
Llegar a ti en el Hijo de Las Campanas.
Cuando no estés, si es que un día en ti,
Yo buscaré en la tierra, el aire, el agua.
Cuando no esta, si es que no estoy un día,
Oirase mi paso entre la fría sombra
Siguiéndote los pasos a la casa.
Cuando no estés, si es que no estás un día,
Me inventare en el humo y en la llama.
Cuando no esta, si es que no estoy un día,
sorprenderá la madrugada fría
mi mano en tu cabeza despeinada.
Cuando no estés, si es que no estás un día,
Invocar en el sueño mi esperanza.
Cuando no esta, si es que no estoy un día,
tu sueño es entrar en la noche fría
Cuando el sueño con sus aguas CUBRIR.
Autor: Códoba Iturburu
Declamación: Anthony Freites