Muchas veces me pregunto: ¿por qué la gente pelea? ¿Realmente importará quién está en lo correcto o quién estará equivocado?
Me pregunto…
¿No están simplemente satisfaciendo su ego mientras discuten con sus llamados "enemigos"?
Me pregunto, si la vida es tan larga, ¿no será el poder del amor más fuerte?
Muchas veces, me pregunto… ¿Cómo pueden cosas tontas como el ego dominar al amor? ¿Dónde está el mensajero de paz, la hermosa paloma?
Me pregunto, me pregunto… La gente encuentra excusas para arruinar sus propias vidas, resulta tan extraño que aún el amor puede convertirse en razón para sacar cuchillos, celos, odios, diplomacia. ¿Son éstas las palabras que enloquecen al hombre? O… ¿será el hambre de obtener más?
¿No seremos nada mejor que acumuladores de cosas?
Realmente, me pregunto…
Esto hace que mi corazón se duela, cuando las nubes de la guerra traen vidas que se extinguen. La única necesidad del día es amor.
Lo que necesitamos es amor. Lo que queremos extender es amor. Lo que queremos recoger es amor. El amor… ¡el secreto de la vida!
Amor, una palabra pequeña pero con un significado muy grande.
EL Amor es el Secreto de la Vida. Todos tenemos hambre de amor, aunque algunos lo oculten.
Una vez un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro. A partir de aquel instante comenzó a buscarla. Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual,
luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria,
y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes,del trabajo,
del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano. En un recodo del camino vio un letrero que decía: "Le quedan dos meses de vida " Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo: "Estos dos meses los dedicaré a compartir
todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean." Y aquel buscador infatigable de la felicidad,
sólo al final de sus días, encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir,
estaba el tesoro que tanto había deseado. Comprendió que para ser feliz se necesita amar;
aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande;
conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar
y también razones para morir y descansar. Entendió que la felicidad brota en el corazón,
con el rocío del cariño,la ternura y la comprensión.
Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente
y de relacionarse con ella; que siempre está de salida
y que para tenerla hay que gozar de paz interior. Finalmente descubrió que cada edad
tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser ÉL: amor, bondad, reconciliación, perdón y donación total. Y en su mente recordó aquella sentencia que dice: "Cuánto gozamos con lo poco que tenemos
y cuánto sufrimos por lo mucho que anhelamos." Ser Feliz, es una actitud.