Perdonar
Dejo ir; perdono; soy libre y estoy en paz.
Limpiar mi casa me proporciona un sentimiento de orden y satisfacción. Dejar ir lo que ya no necesito hace espacio para lo nuevo. De igual manera, puedo elegir conservar o dejar ir sentimientos y pensamientos inútiles que puedan ocupar mi mente. Sentimientos de resentimiento o culpa no tienen un propósito beneficioso; por el contrario, son una carga pesada y me limitan. Si encuentro difícil dejar ir, confío en la gracia de Dios para que me libere del peso de la falta de perdón.
Acepto la ayuda de Dios. Dejo ir, sabiendo que esta carga no es mía. Me perdono y perdono a los demás, abriendo el camino hacia la libertad de mente y corazón.
No juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. —Lucas 6:37
Y como siempre aca trayendoles un pensamiento
y compartiendo mi cafe
HERMOSOS MIERCOLES PARA TODOS