De la Mujer al Hombre
Dios te hizo hombre para mí.
Te admiro desde lo más profundo de mi subconsciente, con una admiración extraña y desbordada que tiene un dobladillo de ternura.
Tus problemas, tus cosas me intrigan, me interesan y te observo mientras discurres y discutes hablando del mundo y dándole una nueva geografía de palabras Mi mente está covada para recibirte, para pensar tus ideas y darte a pensar las mías; te siento, mi compañero, hermoso juntos somos completos y nos miramos con orgullo conociendo nuestras diferencias sabiéndonos mujer y hombre y apreciando la disimilitud de nuestros cuerpos.
Gioconda Belli
|