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EL SENDERO DE LA VIDA....
Caminando por entre los senderos llenos de la hojarasca otoñal de su vida, se encontró con ella. Cargaba en sus manos una canastilla con flores de vividos colores, mismas que se producen en el estío de la existencia. Sus ojos se encontraron y sus miradas se entrelazaron por un brevísimo instante.
”¿Para donde caminas, mujer de hermosos ojos?”, pregunto.
“No se”, dijo ella bajando su mirada.
“Llevas una canastilla repleta de lindas flores.”
“El que tengan lindos colores no quiere decir que todas sean lindas. Y tu canastilla, caminante, ¿dónde esta?”.
“¿La mía?...¿La mía?”, dijo el casi hablando consigo mismo, creo que la deje en uno de los recodos de este sendero, hace ya algún tiempo. Recuerdo que solo quedaba ya un puñado de mustias hojas y que sus colores eran anaranjados, amarillentos y café...Y debajo de ellas había solo abrojos. Muchas veces metí las manos entre las hojas y al sacarlas sangraban. Mira, todavía tengo las marcas.
Y le mostró sus manos. Ella se agacho para dejar su canastilla en el suelo, y al levantarse y mirarle a los ojos se sorprendido por el color de ellos.
“¿Por qué tienes los ojos violeta?”, pregunto ella.
“He sufrido mucho”, dijo el.
Ella tomo sus manos entre las suyas y paso suavemente sus dedos por las marcas.
“¿Sabes?”, déjame darte la mas linda de mis flores, dijo ofreciéndole con una sonrisa triste y dulce a la vez.
El inclino su cabeza para que ella no viera una lagrima que comenzaba a descender por su mejilla, y al hacerlo noto manchas rojas en las manos de ella.
“Tus manos sangran”, le dijo tomándoselas.
“Si. Entre las flores hay muchas espinas y constantemente me hiero las manos. Pero no importa”.
Tiernamente el tomo e rostro de ella en sus manos y muy dulcemente beso su frente. Ella se acurruco en su pecho.
“Ven, vamos a buscar tu canastilla”, le dijo ella. “Quizás mientras tanto, entre los dos podamos sacar y tirar las espinas que hay entre mis flores y una vez sin ellas, podremos compartir lo que quede”.
Se tomaron de la mano y se perdieron entre los recodos de aquel camino que muchos llaman vida....
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