Me gusta el rumor del viento
cuando silva entre la hierba,
el de las gotas de lluvia
cuando caen sobre la tierra,
el de las olas del mar
cuando dan contra una peña,
el de pájaros urbanos
cuando la mañana empieza,
y todos los que nos brinda
al vibrar la naturaleza.
¡Cuántos hermosos rumores!
Pero el que más me embelesa
es el que crean los cuerpos
cuando en el amor se entregan.