El telón se cierra nuevamente, se apaga, se esfuma solo para que se vuelva abrir lentamente, tan lento como esos pasos que da aquel juez mayor que con absoluta autoridad y arrogancia camina sin dudas hacia la ahora campo de batalla en donde ya un espectro ha caído de la manera más contundente.
- Ouch me dan asco los guerreros oscuro, jajaja ha sido el único que ha logra dañar mi bella armadura, y eso que era un simple insecto- exclama entre toda la neblina que se sitúa frente a una de las entradas a la Atlántida " Me aburren wuak ... no soportaré demasiado este dolor, si aparece algún otro "espectrillo" tendré que acabarlo muy rápido" menta el sádico general quien cubierto entre las sombras creadas por las ventiscas comienza un estado de concentración en espera de su próxima presa, aún así reconociendo con dolor los límites de sus fuerzas.
- Je, que interesante... - Responde una voz suave, misma que desprende una efímera tonalidad tétrica que pronto da a conocer la ubicación de un ente ajeno a la región, de uno que despide una esencia maliga, pero sobre todo, poderosa. - Pero parece que incluso entre los insectos existen niveles... Te haz esforzado lo suficiente como para llamar mi atención, basura del mar. - Adjunta con ese mismo tono, pero que guarda desprecio, pues se sabe superior en todos los sentidos. - Pero después de esto, supongo que solo quedará un breve recuerdo de lo que una vez fuiste, General Marino. - Anexa mientras camina de forma sinuosa como elegante, dejando notar el movimiento de los hombros que lo dota de un aspecto imponente que se enaltece por el sonido que emiten las ostentosas y enormes alas.
" Pero como habla jajaja si ni siquiera sabe que estoy aquí... ohh el estúpido de Flegias se comunicó con su amiguito bah un simple juego..." exclama en sus pensamientos al escuchar las palabras del recién llegado, sorprendido al creer que ha sido descubierto, sin embargo las ventiscas que se pasean por aquel terreno europeo, se puede ver como las ventiscas azotan con violencia creando numerosas densas y vaporosas en aquél mítico ambiente donde la densa neblina confunde la vista mostrando tan solo lo que pareciera ser un ilusorio camino que rodea el gran pozo de entrada a la Atlántida, que incierto pretende desorientar a los invasores con remolinos y grandes marejadas, y mientras pasa el tiempo aquella incógnita sombra se pierde aún más intentando escudriñar en el corazón de aquel individuo.
En ese momento simplemente se detiene, mirando de frente el portal que conduce directamente hacia el mundo marino, pero que sin duda representa un peligro, pues la corriente pareciera ser una defensa más creada por la voluntad divina, aquella que gobierna en los dominios del Emperador del Mar. - Jhm, así que te gusta jugar. - Exclama, pues aquel personaje que antes se expresó en voz alta parece haberse escondido entre el paisaje que constantemente es azotado por una fiera tormenta, aquella que mantiene oculta la luz del Sol.
“Ya veo, ya veo... este cosmos ni se asemeja al del bruto del lobo... debe ser hmmmp" son los pensamientos que desde lo que pareciera otra dimensión provienen de misteriosa entidad " oh no puedo ser un juez jejej ya que al parecer ya es uno de ellos...ohhh el Griffo interesante" menta entrando en profunda y absoluta concentración sin manifestar la más ínfima partícula desde su universo interior, más dejando que la escena recaiga de nueva cuenta sobre los límites de aquel sitial envolvente.
Aquella situación sin duda genera impaciencia en el Juez del Inframundo, quien muestra una faz indiferente, pero que esconde un profundo secreto, uno que solo visualiza en una mirada oscura y llena de locura cuando abre las alas, dejando notar como el viento cambia abruptamente de dirección conforme estas ondean, creando un espacio vacío de nieve, aclarando la visión para lograr encontrar al General Marino.
" Hmmp no es alguien cualquiera" y después de aquella acción del juez, se puede ver como desde el otro sector del lugar se aproxima un ínfimo rayo convirtiéndose nada más en un alargado látigo que situado frente al juez se puede ver como la figura de uno de sus súbditos se hace presente, como una gran sorpresa e imprevista llegada ante su lider - Mi señor- dicta son suma sobriedad quien pareciera ser el representante del juicio del mismo infierno, Lune de Balrog.
Nuevamente el general marino hace el mismo truco, transformarse en un ser cercano de la víctima para ganar su confianza y finalmente pueda cumplir con sus objetivos. Pero esta vez, el rival no es cualquiera, es el mismísimo juez Minos de Griffo, quien caído ante la duda y utilizando su sabiduría interroga a susodicho Lune de Balrog quien responde a duras penas los cuestionamientos de su supuesto jefe llegando hasta el extremo de lanzar el ataque perteneciente al verdadero espectro contra el alado del inframundo, quien no tiene más opción que responder el ataque con una de las técnicas más temidas por todos los tiempos.
- CosmicMarionetion - Anuncia el nombre de su técnica, misma que crea dolor y que ha tenido el efecto deseado, pues ha logrado a presar al enemigo en turno. - Tú, insolente... ¡¿Cómo osas levantar tu puño contra mí?! El primer Juez del Inframundo. - Exclama lleno de una furia descomunal que se manifiesta en su técnica.
"Pero que es esto...oh no..." reclama con gran dolor, al sentir una presión sobre su cuerpo y es entonces, como si la escena volviera a una realidad inexplicable un singular aliento de desesperación y a su vez fuertes carcajadas se hacen notar, cuando la imagen del espectro se vuelve borrosa, apareciendo una monstruosa apariencia que aún envuelto en tal vil técnica solo mantiene su cabeza baja - Jajaja y aúnnnnnn creen que ustedes son seres supremos, dos han caído en mi juego jajaja ¡Sorpresa! soy yo un general del mar jajaja - termina aún envuelto intentando zafar de aquella prisión - Por lo menos por haberte engañado tengo el mérito de luchar fuera de este jueguito ¡Suéltame ahora mismo!- dicta con impotencia intentando salir de aquella prisión que desespera, mostrando hasta gotas de sudor que caen desde su pálido rostro -¡Suéltame Insolente!.
Kayza ya aprisionado entre el doloroso ataque del aquel juez infernal, no tiene más remedio que transformar aquellas uñas en desgarradoras garras la cual gracias a un rápido movimiento ayuda a cortar los hilos del dolor, el cual logra denotar una cierta incredulidad en el juez espectral, quien nuevamente presencia la agilidad casi superlativa del general marino ejemplificada en su ataque que ya momentos antes había derrotado aun espectro, pero que lamentablemente para sus aspiraciones no lograría el mismo resultado, ya que el rival de turno también lanzaría un último ataque fulminante y devastador que increíblemente llegaría primero a impactar al ya odiado general.
- ¡Aleteo Gigantesco de Plumas! - Pronuncia el juez infernal, pronuncia fuerte aquel nombre de una técnica que busca devastar toda esa zona de Asgard, en donde pretende crear un paisaje árido y nuevo, pues pretende darle un nuevo aspecto al terreno.
- ¡¡¡ SALAMANDRA SATANICA !!! - desde su lugar en donde un portentoso rayo se desprende, a medida que avanza el ataque, pareciera que una terrible y maldita salamandra corre acompañado de un fuerte poder de cosmos que intenta golpear al juez del infierno, y derribar su aleteo sobre los aires, este cansancio y última oportunidad hace que las fuerzas de Leumnadez decaigan, y así una última cascada de sangre sobre sale de su brazo perdido, desangrando cayendo al terreno helado perdiendo su vida, y esperando como último recurso haber golpeado severamente a tu presa.
Es justo después que estos dos ataques se dictan al cielo que sucede la inminente colisión contra la Salamandra Satánica, hablamos del aleteo gigantesco de plumas, que ha sido más rápido que la salamandra, más potente y con más devastación. La pelea termina, el telón se cierra, nuevamente dos cuerpos yacen sin vida en el suelo, y dos puertas abiertas hacia el mundo submarino se abren justo en frente del ejército de Hades. El cual, ya puede pasar a los temibles dominios de Poseidón, en busca de la dichosa vasija contenedora de su alma.