La cruenta guerra se ha desatado sobre el mundo submarino de la Atlántida, mostrándose en un desmesurado fila de muertes tanto por parte del Inframundo como del imperio marino, siendo un evento sorprendente donde los servidores de ambos imperios intentan cumplir con cada uno de sus desafíos.

Así mismo toda la armada marina de Poseidón ha cambiado su estrategia, ya que se muestra como los generales se enfilan por proteger el alma de su emperador el cuál hasta ahora se encuentra en las dependencias del soporte principal custodiado por el General mayor, el Dragón Marino, no obstante parte de la armada se encuentran custodiando las entradas a este sitio, es el caso de uno de ellos, el protegido y heredero del mundo submarino, Chrisna de Chrysaor, quien permanece sumido en su estado de concentración ante el arribo de los espectros del Inframundo, quien decide ir a enfrentarlos a una de las entradas al imperio marino, Bluegard.

- La soberana y piedad de nuestro emperador ha caído bajo las manos inescrupulosas de los enviados del mundo de la muerte, no puedo entender si es ambición, codicia, o bien una simple excusa para acabar con los estragos del pasado de la era del mito – son las palabras que se pueden escuchar cercano a la aldea perdida de Bluegard, siendo un lugar de sabiduría que desde tiempo antiguos ha sido gobernado por el Santuario de Grecia que hoy ha sido elegido como un escenario más en la batalla entre los Dioses, Hades y Poseidón.

Sin pasar mucho el tiempo, una presencia muy diferente al recién aparecido se hace presente, quien con oscuros armamentos se dispone ingresar ante la Atlántida por aquél lugar. – Alto ahí – dicta el moreno guardián del océano Índico, quien analiza cuidadosamente las posible acciones del nuevo forastero – Supongo que debes ser uno de los Espectros Hades, te aclaro que no podrás ingresar a ese lugar al menos si me derrotas, Yo Krishna de Krysaor seré tu verdugo, y te acabaré ahora mismo, ustedes seres impuros con carencia divina y protestad, ha llegado la hora de que caigan como viles gusanos al más allá - dicta con total elegancia y superioridad el Hindú, quien posicionándose sobre una de las planicies del helado bluegard adelante su brazo derecho de donde porta una legendaria arma, la lanza de Chrizaor, advirtiéndole al espectro sobre su destino.

La mirada del espectro se queda fija en el hombre escuchándole hasta que sus oídos se hartan de tanta palabrería que para él no tiene significado alguno por lo que sin dudarlo ladea el rostro como el resto de su cuerpo dándole la espalda - No tengo intensión de escuchar más estupidez - sentencia severo mirándole por encima del hombre - Tu filosofía sobre pureza y demás especulaciones no me importan - comenta arrogante avanzando en sentido contrario - Sólo estoy en busca de algo... - comenta cuando de inmediato su energía se desata en una furiosa y salvaje sensación que enmarca la agresividad y poca paciencia del espectro que va dejando a su paso rastros de un fuego poco común, quizá único - ¡No pretendo perder el tiempo con basura! - exclama.

...-Darle la espalda a tu destino no te salvará, ni te ayudará, espectro...- emite quien posado a espaldas del invasor, se mantiene con un semblante puro y armonioso bajo su tez morena de ojos sellados y cresta albina...-Jamás encontrarás lo que buscas, si sigues huyendo a tu propio destino...- quien se detiene de manera abrumadora re dirigiendo la mirada oscura en el apiñonado observándole con algo menos que intriga sino con desdén y hastío - Hablas demasiado... - dice frío pero con efusividad reflejando en su mirada un brillo amenazante - Y de cualquier modo no tengo intensión de pelear contigo - anexa con poca paciencia notándose en los puños que aprietan con fuerza el metal que le cubre. Sosteniendo su porte altivo y elegante, el dueño de una serenidad incomparable se limita únicamente a ejercer una sonrisa de medio labio ...-Tú vida solo ha sido alimentada por ira y destrucción, los seres que rigen este planeta ya han olvidado lo que es la amabilidad, el respeto, y es por ello que es tiempo de que todo cambie, una nueva era reinante bajo la divinidad del emperador Poseidón ha de llegar y eso, nadie lo podrá evitar, ni siquiera tú...- - ¡Hablas demasiado! - exclama cuando sus alas se extienden cuan largas iniciando una feroz embestida con la intensión de callar las impertinencia e incluso el de lastimar al contrario - Te callaré para siempre - afirma desafiante cuando numerosas flamas oscuras se van quedando impregnadas en el suelo pero sin abandonar al espectro.

Sin embargo como si de una tercera presencia se tratase, que oculta entre las sombras que crean las ventiscas del lugar se puede escuchar.

- ¡DETENTE BENNU! - Se escucha desde todos y ningún lado en forma de voz resonante, como si proviniera de las grutas más profundas del infierno - Tienes una misión del señor Hades o ¿ya lo olvidaste? - Todo parece indicado para que la batalla se detenga - Yo me haré cargo de él... -  Todo estaba dicho, quizá escrito, pero las palabras finales retumbaron en su mente "Hades" medita frenándose estrepitosamente - No tengo intensiones de escuchar a más basura e entrometidos, terminare con ambos... Quien quiera que seas... - anuncia observando a un único punto lejano de donde el  espectro considera que proviene aquella voz. ...-Jhm, debí suponer que no bastaría contigo solamente...- comenta en un tono seco, lejos de poseer alguna característica más que la que ha representado hasta ahora, de plena armonía interna...-Entonces la lección debe comenzar, cuantos más espectros se pueda educar, mejor será el resultado...- comenzando a notarse más relajado de lo común, mientras que sus sentidos perciben cada uno de los entes que intentan llegar al lugar sagrado.

- Soy yo... Myu de Papillon. La estrella terrestre del encantamiento. - Dice aquella voz de resonante mientras una masa amorfa de color purpura va apareciendo en la escena de forma rastrera - Y bien sabes que nada o nadie hay en el mundo de los muertos más terrible que el Papillon... - vuelve a decir justo cuando se muestra completamente, con una serie de ámpulas regadas por toda su gelatinosa anatomía que supura un líquido verdoso y pestilente, tan desagradable como la masa en si misma - Será mejor para ti, que no desobedezcas al gran emperador... y te vayas ahora mismo. ¡Ya te he dicho que yo me encargaré de él - Adjunta sin perder en ningún momento el estilo autoritario.




- Jhum - Gime apenas y dirigiendo la vista en el recién llegado - Poco me importa que tan terrible pudiera llegar a ser tu nombre - dice serio y desafiante - No me importa - continua retomando la postura altiva y agresiva regresando la mirada a Krizaor - No estoy huyendo - Al mismo tiempo, aquella extraña forma de vida se desliza rastreramente hasta quedar cerca del rival - Entonces tú eres el heredero de Poseidón, Hasta el inframundo ha llegado la fama del guerrero más orgullos de la Atlántida, de un hombre cuya fuerza de guerrero es legendaria.... Pero quiero verte más de cerca... - y con estas últimas palabras, aquella fuerza de forma invisible describe ondas que pretenden completar el agarre psicoquinetico y más aún, pretende jalar al hombre de piel negra hacia la masa arrastrándolo por el suelo.

Inmóvil en su posición una molestia recorre su cuerpo, haciéndolo sentir por un instante como su dominio sobre sus partes se bloquean y su cuerpo experimenta una fuerza de presión que pretende moverlo de su posición, sin embargo un silencio inquietante se genera ante las palabras del espectro, ya que el cuerpo de Krisaor se mueve lentamente hacia su rival, pero no bajo una fuerza de arrastre, suspendido en el aire como si de levitación se tratase mientras una estela azul intensa comienza a emerger desde lo más profundo del hindú. - ¡Lo primero que probaremos será la ¡ERUPCIÓN REPUGNATE! - y tras estas palabras, las ámpulas se agrandan y enanchan como pequeños pero diminutos volcanes, que abruptamente se activan y en forma de erupciones lanzan grandes chorros de ácido corrosivo en todas direcciones, pero dada la postura del Papillon, la gran mayoría es aplicada a la dirección del contrario en forma de una confusa red de líquidos que se entrecruzan y que pretenden caer completamente en la piel del moreno y quemarla hasta que hierva la carne viva y aparezcan los huesos. Viéndose rodeado por esa creación viscosa que no gana mayor intensidad lumínica que sus propios haces azules que relucen con intensidad remarcando el avance de su gran concentración, mientras los gruesos tubos de materia golpean una barrera invisible generada desde su propia alma actuando bajo el efecto de fulminantes rayos eléctricos que se unen impidiendo el avance de la ofensiva.

- Pensaba que al haber muerto dos de los generales marinos, ustedes serían tan débiles como los espectros de menor rango del Inframundo. Pero veo que estoy muy equivocado. Tú no eres un hombre ordinario. El hijo del dios de los mares se ha dicho que es una fiera guerrera y es poseedor de la lanza dorada de Crisaor, pero tú en cambio, eres alguien diferente, un hombre que no es guerrero ni es una fiera como dice la leyenda. - Y sin más el Papillon vuelve a la carga - ¡Erupción Repugnante! - Pero una vez más, su ataque se encuentra con una barrera que rechaza con la misma fuerza su embate, ...-Jhm, no me juzgues sin saber, yo no soy igual a los otros, mi nombre es Krishna, el General Marino de Krisaor y sí, la sagrada armadura de Krisaor contiene la ventaja de la sagrada Lanza dorada, pero para esta ocasión, no es necesario manchar su hoja con sangre impura...- inquiere dando un paso para intentar explicar sobre alguno de sus secretos...-Veo que tampoco ha funcionado tu ataque contra ti mismo, así que te explicaré, esta es una barrera impenetrable, Espectro de Hades, por más que intentes una y otra vez, jamás podrás tocar mi cuerpo con esa clase de erupciones... jhm... Pero en cuanto a ti, aunque poseas esa forma que mis ojos se imponen a apreciar en este momento, tu vitalidad es tan frágil como la de cualquier humano... Pero yo te otorgaré una mejor vida, por medio de las sagradas Chacras.


...-Anahata, será quien te brinde la primera lección, el Chacra del Corazón, dominante del sistema circulatorio, aquel que domina los latidos del corazón y cada gota de sangre que corre por las venas...- remarcándose en su espalda esa flor, como un veneno sobre el aire con la intención de afectar toda la circulación en su rival, conjunto a los órganos vitales que eso representa.  Una extraña sensación se apodera de Myu mientras su masa gelatinosa, comienza a secarse debido a que la sangre se detiene en su cuerpo y sus órganos vitales se colapsan por la falta de circulación - Ahhhggggg - Dice mientras el brillos purpura que emanaba hasta hace un momento, se extingue y las ámpulas se marchitan poco a poco, todo en conjunto se vuelve opaco y gris, describiendo perfectamente que si vida se va consumiendo lentamente.

La fuente de sus conocimientos guiados a través de su cultura lo llevan a elevarse a un nivel más allá del simple entendimiento, puesto a que toda su vida ha dedicado su esfuerzo para purificar su alma y solo al lado del emperador de los mares esa paz se puede encontrar y de la misma forma reluce, alojada sobre ese punto brillante en su anatomía que expresa el poder de sus convicciones, conjunto al extenso universo dentro de su ser...-Es inútil que te resistas, lentamente tu cuerpo ira perdiendo líquido vital y tu corazón dejará de latir... tu alma impura se marchitará como una flor quemada por el rocío de la noche... ¡Porque esta es mi voluntad!...- y frunciendo su seño, sus pulgares se aprietan sobre sus índices mientras el esfuerzo de Krishna se redobla por terminar a quien permanece ubicado sobre su retaguardia.

Entonces todo se realiza, y tal cual lo dijo Crisaor, la gran masa palidece completamente al tiempo que la vida de Myu de Papillon se acaba, y así el general del mar observa aquella larva que rápidamente se extinge, y de esta manera el Hindú decide seguir al anterior espectro que ha ingresado dentro de la Atlántida – No puedo creer que perdida de tiempo me ha hecho tener este espectro, mientras que mi verdadero oponente ha ingresado a nuestro mundo, deberé advertir a los demás- termina su pensamiento mientras que retoma su postura y decide volver al Imperio Marino en busca de su verdadero oponente, Kagaho de Bennu.