|
EK - Roller´s Tournament Champions: Grupo B - 1er y 2do Puesto - Mimme v.s Máscara Mortal
Elegir otro panel de mensajes |
|
Máscara Mortal de Cáncer v.s Mimme de Benetnasch
Lugar: Altar de Odín.
Contexto: Máscara de muerte ha logrado enviar a varias de las almas de los dioses guerreros hacia el Yomotsu, permitiéndose avanzar sin mucho problema hasta el lugar indicado anterior mente, ahí donde se dice yace la mítica espada de Odín, enterrada bajo el Altar. Aunque no hay mucho interés personal en el cangrejo dorado sobre esa reliquia vieja, pero para Athena significa un peligro expuesto a manos equivocadas, pero para la cultura nórdica es uno de los objetos más preciados de su historia y no debería ser removido de su sueño, así que, nada más y nada menos que Mime lo interceptará, uno de los sobrevivientes para poner fin a la osada intención del caballero de Grecia.
Inicia: Máscara Mortal de Cáncer
Tiempo de Respuesta: 48 Horas
-----ROL ON------
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 5 de 5
Siguiente
Último
|
|
[Con permiso de los jueces y de mi rival del torneo, Mime de Eta, subo a continuación nuestro combate realizado por mensajes privados de FB. Saludos.]
|
|
|
|
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*¡La cruel guerra entre el norte del mundo y los santos helénicos se ha desatado! Sangre, de vikingos y griegos por igual, mancha la blanca nieve norteña con su tibio color carmesí, generando odio por el enemigo en ambos bandos. Tras incontables batallas la victoria parece sonreír al bando extranjero, cuyos guerreros bañados en oro han logrado abrirse paso entre las heladas sendas y derrotar a más de un Dios Guerrero, apoderándose de sus legendarios zafiros. Con un andar ligero y marcial, una figura protegida por un ropaje de oro que chispea al roce de la luz sube la larga escalinata de piedra que conduce al Altar de Odín, Señor del Norte, con una sonrisa pintada en los labios. Una blanca capa de seda ondea con aires heróicos a sus espaldas mientras sus cabellos, de un color violáceo, son mecidos por la helada brisa local; su cabeza es coronada por un yelmo brillante que imita las patas de un cangrejo y que lo delata como el santo dorado guardián de la constelación de Cáncer, Máscara de la Muerte. Al arribar a la explanada frente a la gigantesca estatua del Dios Vikingo, que parece despreciar con la mirada de su único ojo al guerrero dorado, la sonrisa en los labios del amo de las almas se acrecenta. -¿¡Y tu qué me ves, tuerto!?- exclama burlón, mofándose de la más venerada deidad vikinga, mientras lleva ambos brazos sobre sus caderas y exalta su nulo respeto por la cultura del norte. La sonrisa de un demonio, la mirada de un maníaco y el ropaje de un santo; este personaje emana un aura maligna impropia de un caballero de su rango. El viento sopla con furia, moviendo con violencia la capa de Máscara de la Muerte y agitando sus cabellos, pero la perlada mueca en el rostro del caballero no cambia. Y ahí espera, sonriente, sabiendo que los Dioses Guerreros llegarán a dicho lugar; los motivos de la guerra no interesan al cuarto campeón de oro, pero las bajas generadas alimentan su sanguinario apetito. Máscara de la Muerte, caballero de Cáncer y manipulador de las almas, aguarda a su oponente.*
Ēta-sei Benetonāshu no Mīme » Goddo Uōriā
* El destino, una vez más, ha cobrado en contra de Asgard, la tierra que eternamente ha sido blanco de juegos para los Dioses, pues su invierno perpetuo y sus desgracias son parte de cada día. Los aldeanos, gente de esfuerzo emiten sus plegarias a diario para que al menos la paz reine en sus terrenos, pues una guerra significa amplificar la pobreza y la melancolía en tan tristes hombres. Sin embargo, Odín, regente del reinado, es piadoso y se ha proclamado en esta era bélica para mezclar, según se relata, el hierro, el coraje y la sangre, bendiciendo siete joyas legendarias que desde siglos han aguardado para ser portadas para solo hombres bravíos y honorables. Es así como la leyenda se cuenta, cada siglo, y es precisamente en esta era que aquellos hombres han sido elegidos para enfrentar la amenaza del Santuario quienes ya han avanzado hasta la mismísima estatua de Wotán. - Has de ser un guerrero con una confianza sobrehumana para pisar esta tierra sagrada y faltar el respeto de esa forma a la máxima deidad, aún a sabiendas que existen Dioses Guerreros con vida y listos para finalizar esta absurda guerra - Se escucha emitir desde todas direcciones, pues como si las ondas sonoras se alteraran con las constantes ventiscas que azotan al país. En es eso cuando, desde los pies de la magna estatua, se oye el sonido de fuertes campanazos celestiales mientras emerge una silueta delgada con una majestuosa aura blanquecina, la cual se acerca al osado con paso lento y con una energía desbordante y enigmática *
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*La burlona mueca en el rostro del santo se transforma en una expresión de disgusto y molestia al escuchar las heladas palabras del guardián del norte; como si la voz del enemigo manchase la diversión de su juego. -No me interesa lo absurdo de esta guerra.- contesta con ligereza, como si las muertes de los hombres se tratasen del evento más cotidiano del mundo -Además, si los Dioses Guerreros pudieran compararse con nosotros los Caballeros Dorados no habrían muerto tantos ya-. La voz de cangrejo dista de ser la de un valiente o noble guerrero, pues la falta de respeto tanto por el enemigo como por sus propios compañeros tiñe sus palabras de bajeza. Dirigiendo nuevamente su mirar azulado a la gigantesca estatua del Padre de Todos, como lo llaman los vikingos, finaliza burlón -No debe ser un Dios muy respetable, ¿cierto?-. Sus orbes zafiros regresan a la figura enemiga que aparece frente a él, y la oscura sonrisa se dibuja nuevamente en sus labios italianos. Una tenue luz dorada, parecida a la del sol y ajena a cualquiera que haya visto jamás Asgard, rodea poco a poco al cuarto campeón de oro; el fulgor al principio es tenue, pero con cada segundo que pasa este adquiere más brillo y fuerza. Sus ojos no se despegan del hombre frente a él, pero sus sentidos están alerta por todo el campo de batalla; los guerreros vikingos pueden ser brujos engañosos.*
Ēta-sei Benetonāshu no Mīme » Goddo Uōriā
* Tras una serie de pasos más, aquella figura que recientemente emerge se abre paso por la oscuridad, para comenzar a aclarecerse, desvelando a un sujeto de mediana contextura acorazado de pies a cabeza por una serie de piezas metálicas escarlatas que resplandecen, así como una extensa cabellera de tonalidades anaranjadas que estéticamente se mimetiza perfecto con su par de ojos tan brillantes como un rubí que observan con firmeza a su enemigo. Por otro lado, su brazo izquierdo abraza lo que es una extraña arpa oscura, la cual se mantiene inmóvil y a la altura de su abdomen, aún sin cesar emitida. Es todo un hecho que, el hijo de la leyenda de Folken, se ha presentado frente al Santo dorado en la plaza central de Odín para llevar a cabo un combate. - La figura que se alza frente a ti es el Dios regente de Asgard y la esperanza de todos nosotros. Pero, bah, no me pondré a explicar cosas a un ser sordo y ciego, cuyo corazón está cubierto de lodo y de pudrición. Ya en solo unos segundos te he podido leer como un libro abierto - Menciona aquel hombre más conocido como el Dios Guerrero de Benetnasch, Mime, de quien se ha escrito numerosas historias, pues además de ser el hijo de un héroe, es un músico extremadamente prodigioso, cuyo talento es envidiado hasta por el mismo Apolo. Pero pues también, dentro de aquel joven existen múltiples enigmas y pues, ya uno se ha desvelado: Su capacidad de entrar a los corazones de la gente y descifrarlo como un verdadero experto *
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*Con cada segundo que pasa, la energía que chispea y resplandece alrededor del cuerpo de Máscara de la Muerte se torna más y más fuerte, quebrando con su fulgor de oro las sombras del lugar. El rubí colocado en el centro de su yelmo centellea en tonos escarlata sobre su frente, contrastando con azul de sus ojos que se clavan como dagas sobre el muchacho frente a él. -¡Vamos, Dios Guerrero!- exclama ante las palabras del músico, mientras lleva su diestro puño sobre su cinto y abre el compás de sus piernas, tomando una postura de batalla -¡Diviérteme con las historias de tu Dios tuerto!- sentencia justo antes de lanzar su puño en contra de Mime una y mil veces, creando una red de haces de luz que se intercalan entre ellos y forman una red luminosa que busca golpear la humanidad enemiga desde múltiples ángulos. La sonrisa macabra no abandona la faz de Máscara de Muerte, quién espera sus golpes den en el blanco pero que no descarta una contraofensiva*
Ēta-sei Benetonāshu no Mīme » Goddo Uōriā
* Golpes físicos enviados en primera instancia a un guerrero que observa atento a su próximo contrincante. Sin mucho esfuerzo y a una distancia en la cual puede reaccionar libremente, el Dios Guerrero ladea su cuerpo hacia el lado izquierdo, con la intención de que permita mover su cuerpo con rapidez hacia aquel lado y evitar aquel incontable número de golpes que se pierden a los pies de Odín, testo de esta próxima batalla. - No puedo creer que con esta clase de golpes hayan podido acabar a mis compañeros. Jhm, al parecer tú no fuiste responsable de ninguna muerte y eso lo puedo ver en tus ataques tan evidentes - Emite con un claro desdén en su rostro, cuando sin pensarlo dos veces alza su mano hacia adelante, en diección a su oponente, abriendo los cinco dedos para que estos empiecen a iluminarse con la blanquecina aura hasta soltar cinco haces de luz, rápidos y de propiedades cortantes, los cuales se lanzan todos alineados como una cuchilla hacia la cintura del Santo, expandiéndose como verdaderos láser de longitud infinita, pues a la distancia rebana con facilidad un pilar que se antepone a espaldas de Máscara Mortal *
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*El santo de oro no se siquiera se inmuta al ver como su red de golpes es evadida por el músico, y la sonrisa continua visible en su boca cuando el quinteto de luz lechosa se dirige en su contra. Cuando parece que los kens de Mime están por penetrar el cuerpo del dorado, la humanidad de este desaparece de su puesto, dejando en su lugar sólo una momentánea silueta ilusoria la cual es atravesada por las 5 horizontales blancas. Un parpadeo después, la figura del cangrejo reaparece por encima del hombre de la roja armadura con una pierna retraída y la maligna sonrisa brillando en su faz. El cuarto campeón es uno de los más poderosos santos de oro en cuanto a poderes telequinéticos y teletransportación se refiere, sólo siendo superado por Mu de Aries; y fue precisamente con esta habilidad con la que escapo de la estocada enemiga. -¡Créelo!- exclama ante los comentarios de Mime, quién no creía que Máscara de la Muerte fuera capaz de derrotar a uno de los suyos, para después lanzar aquella patada con toda su fuerza física en dirección de la nuca del hombre de Asgard. Aquel puntapié es capaz de derribar una montaña, y busca una zona sensible de Mime por lo que Máscara de la Muerte confía en aturdir a su enemigo y hacerle considerable daño físico.*
Ēta-sei Benetonāshu no Mīme » Goddo Uōriā
* Sin mucho tiempo para calcular el próximo movimiento, Mime observa y tal como fue calculado, el golpe cortante de su cosmos resulta ser evadido, por lo que en una nueva oportunidad su contrincante se alza en el cielo y permite lanzar una rápida patada directamente a su cabeza. Al tratarse de un ataque muy localizado, solo basta para que Mime ladee su cabeza, viéndose como el pie de su enemigo rosa la tiara que cubre su cabeza, despojandosela hasta que esta cae al suelo y rueda en su propio eje debido a la fuerza con la cual fue retirada. - Es realmente ridículo creer que con esta clase de movimientos tan absurdos serás capaz de derrotarme. Ahora, prueba algo de verdad - Menciona, cuando sin perder un segundo más, la diestra de Mime roza apenas las cuerdas del arpa, lo cual genera en el espacio en el que se encuentra suspendido su oponente, es decir en el aire, que empiece a trazarse decena de hilos cósmicos, desde todos sentidos y direcciones, formando una especie de mortal red. El sonido que se produce al trazar esta especie de rayos de poder, es como si el aire fuese rasgado debido a la velocidad que contienen y la fuerza con la cual surcan, buscando con éstó golpear una y otra vez la figura del contrincante aprovechando su posición actual. Ataques altamente rápidos y violentos *
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*Los movimientos de Mime han superado la velocidad de la teletransportacion, e incluso con el factor sorpresa de su lado, la ofensiva del cangrejo ha resultado ineficiente. El ken de Mime toma por sorpresa al hombre de oro, cuyo cuerpo es envuelto por la ráfaga blanca y lanzado con violencia contra una de las paredes del castillo de Valhala. -¡Tsk!- se le escapa de entredientes al sádico guerrero de Athena justo antes de impactárse contra el ladrillo y dejar su silueta marcada en la roca. Un momento después, Máscara de la Muerte cae con una rodilla al piso sobre la explanada. Su armadura muestra ya pequeñas fisuras, pero ningún daño de seriedad, y un delgado camino de tibia sangre brota de su suave boca para morir en su mentón. -Maldito afeminado...- menta molesto, pues el ken de Mime logró borrarle la sonrisa del rostro y ahora una cólera indomable arde en su corazón. Recuperando lentamente su postura erguida, y arrancando la ahora maltrecha capa de su espalda, el cuatro campeón dirige una mirada llena de veneno a su rival mientras la energía dorada vuelve a envolver su humanidad. -Te enseñare a respetarme.- sentencia, retomando su postura de combate y listo para volcar el poder de las almas sobre el atormentado dios guerrero.*
Ēta-sei Benetonāshu no Mīme » Goddo Uōriā
* Es así como ya efectuado el impacto, el Dios Guerrero baja lentamente su brazo para tomar una postura pasiva pero sin dejar de observar a su contrincante quien se ha salvado de ser una víctima letal de tan fulminante ataque. - No hay nada en este mundo que me pueda hacer respetar a algo como tú. Tu sola presencia ya me produce rechazo. ¿Es acaso esta clase de guerreros que pelean por la justicia? Por favor... Con mayor razón debo eliminarte, lo cual por lo visto no será muy difícil - Emite aquel hombre que recibe el don de la música y es protegido por aquella armadura de benetnasch, la cual se fabricó en honor a Bragi, el enano de la Edda antigua que también poseía un arpa mágica. La mirada de Mime en su enemigo brilla con mayor intensidad pues pareciera que a través de esos ojos se oculta un terrible enigma *
|
|
|
|
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*Las palabras de Mime ponen una sonrisa nuevamente en los labios de Máscara de la Muerte, cuyo frío exterior demuestra el frágil interior que posee. -El poder equipara a la justicia.- expone con una torcida filosofía el hombre de oro, sin esperar que alguien como el Dios de Eta lo entienda -Y yo te demostrare el poder. La historia mostrará a los caballeros dorados como los que trajeron justicia a este pueblo olvidado-. El cosmos de Máscara de la Muerte gana fulgor y fuerza en cada segundo, haciéndose sentir por todo Valhala. El suelo bajo sus pies se resquebraja, sus cabellos se erizan con estática y sus ojos adquieren un brillo dorado que contrasta con sus iris azules, que miran con desdén y diversión al músico de Asgard. El poder de la constelación de Cáncer retumba por toda aquella gélida explanada, y el cosmos en plenitud de un santo de la más alta estirpe no puede ser tomado a la ligera, ni siquiera por el petulante Benetasch.*
Ēta-sei Benetonāshu no Mīme » Goddo Uōriā
* Una terrible cosmo energía es la que se presenta ante los ojos del mismísimo Odín en su Santuario, sin enmbargo esta es tierra santa, en donde todo aquel osado que intente poner sus pies debe ser eliminado. Es este el motivo que impulsa al elegido por la leyenda Benetnasch a tomar cartas en el asunto, por lo que como si fuera en cámara lenta, deja cubrir sus ojos por el velo de los párpados, adquiriendo concentracion y armonía, la cual es consuma por el movimiento maestro de su mano derecha y los cinco dedos, los cuales empiezan a tocar aquella misteriosa arpa que abraza con su otro brazo, emitiendo sonidos espectaculares, un concierto maravilloso en donde la técnica exquisita con la cual se implanta esta arte pareciera venir de otro mundo, pues cada acorde es magnánimo. La tranquilidad abraza a todo el recinto, sumergiéndolo en un mundo de paz y calma, como si todas las calamidades del mundo sucumbieran ante este desplante musical a manos de Mime. Es así como inicia el sublime requiem, el cual oculta el verdadero escenario: Batalla y sangre con el arte que domina demonios y calma las bestias. - Tengo preparado una sorpresa especial para alguien como tú - *
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*El oscuro corazón del santo dorado es, poco a poco, abrazado por la dulce melodía del guerrero de Eta, cuyo sonar comienza a desdibujar los sentidos del invasor. La torcida mente de Máscara de la Muerte, entrenada para este tipo de situaciones, identifica rápidamente aquella tonada como una técnica musical de considerable poder. Los dientes del cuarto campeón se aprietan con fuerza, y su ardiente cosmos se estabiliza alrededor de su cuerpo; sus orbes azules se clavan en la mano derecha de Mime, ejecutora de tan triste canción. La psique de Máscara de la Muerte, altamente habilidosa en la telequinesis, conjura una invisible fuerza alrededor de aquellas delicadas falanges, intentando forzarle a detener la ejecución en el arpa e inmovilizar sus dedos. Un momento después todo aquella presión psicónica busca envolver la completa fisionomía del músico, como si la zona bajo sus pies adquiriera en ese instante una gravedad altamente superior y su armadura pesara lo que una montaña para un humano común. La mente retorcida del santo de Cáncer se concentra en ejercer presión invisible, y por lo tanto imprevisible, sobre el cuerpo de Eta para detener cualquier movimiento y acabar con esa despreciable música. La presión transparente ejercida, que especialmente busca apoderarse de las falanges de Mime, es tan poderosa que de luchar contra ella, podría resultar en la destrucción de los huesos de la mano. El maníaco mirar de Máscara de la Muerte no se despega de su enemigo, y su impresionante poder mental quiere someter al pelirrojo. ¿Podrá el hasta ahora evasido Eta detener una ataque imprevisible?*
Ēta-sei Benetonāshu no Mīme » Goddo Uōriā
* La música de Mime, de naturaleza pura y calma se ve interrumpida de manera paulatina por una fuerza ajena, perteneciente al mismo Santo de Cáncer, quien se esmera en usar su poder psíquico aún mientras estaba sometido al requiem del Dios Guerrero. Efectivamente, los dedos de Mime comienzan a enlentecerse hasta perder el control sobre ellos y los acordes magnánimos se esfuman, tal y como si la música del arpa ahora fuera tocada por manos inexpertas. Finalmente, la mano derecha de Mime se detiene con totalidad, sintiendo como la presión produce dolor en sus falanges, lo cual genera de inmediato una mueca de molestia en éste. - Es realmente digno de alabar que puedas con tu mente detener mi música al paralizar mi mano. Lo que no me extraña para nada... - Deja inconclusa su oración, cuando la mirada del elegido por la leyenda se abre de forma abrupta, clavando como cuchillas sus ojos sobre los de su oponente, observándose como éstos se encienden casi robóticamente con un rojo intenso. - Es que esta bella melodía, sin absolutamente ninguna particularidad, te haga retorcer como la sanguijuela que eres. Jhm, sin duda alguna tu alma pútrida es tan inmunda que algo tan sublime la hace estremecer - Revela con confianza, sonriendo de forma maliciosa, al desvelar como el inicio de su réquiem no es nada más ni nada menos que una simple melodía que improvisó para Death Mask sin ninguna peculiaridad, más que aquella armonía entre sus dedos entrenados y los acordes emitidos *
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*Cuando el gélido viento de Asgard finalmente se lleva las últimas notas del músico local, la hórrida sonrisa regresa a los labios del Santo de Oro. Aún ejerciendo presión psicónica sobre su enemigo, Máscara de la Muerte eleva su brazo derecho con el dedo índice erguido al cielo, concentrando su cosmos acumulado en este diminuto punto. Un antifaz de sombras, ejercido por su corona dorada, cae sobre su rostro y sólo el brillo de sus ojos azules, que resplandece con una luz francamente diabólica, y su perlada pero maligna sonrisa resaltan en su cara. -¡No harás que te perdone con halagos!- exclama sonriente ante los insultos de Mime, pues llamar su alma "pútrida" le ha causado una gracia particular; mientras tanto, el dorado cosmos en su dedo ha reunido a su alrededor varias decenas de almas blancas que ahora danzan alrededor bajo órdenes del santo dorado, fusionándose unas con otras en el epicentro de aquel necrótico cosmos. Aquellas almas, pertenecientes a vikingos y hombres del santuario por igual, son el combustible para el poder ancestral de Cáncer. -¿Listo para morir?- susurra sonriente, mientras lleva su dedo índice al frente, en dirección de Dios Guerrero paralizado, y una luz blancuzca resplandece con cegadora fuerza. -¡Sekishiki Meikai Ha!- exclama, y de aquella falange una radiación ondular teñida de cadavérico blanco sale disparada a la velocidad de la luz en contra de Mime, tomando poco a poco la forma de un espiral cuyo objetivo es arrancar el alma del músico vikingo. Las ondas del infierno son una legendaria técnica de los santos espiritistas del santuario capaz de, entre otras muchas cosas, separar el alma del cuerpo de un enemigo y enviarla a las puertas del Inframundo. Como consecuencia, la forma física quedaría virtualmente como un cadáver en vida, sin su alma ni conciencia. La técnica se acerca veloz y peligrosamente contra Mime; si bien el control psicoquinetico disminuyo su presión sobre el enemigo al momento de realizar la técnica, esta aún busca evitar que el hijo de Asgard escape y su alma, por fin, sea llevada al Yomotsu. El maniaco hombre de oro aguarda el desenlace de la técnica con una grotesca sonrisa pintada en la boca.*
Ēta-sei Benetonāshu no Mīme » Goddo Uōriā
* Es entonces como la técnica especial de su oponente al fin es desatada la cual se dirige directamente hacia Mime quien se mantiene confiado y sonriente. Un recuerdo se le viene a su mente en su niñez, de cuando alegremente tocaba su música junto a los animales de asgard quienes parecían cautivados por la melodía que se desprendía. Ahí, con su mano derecha acariciaba mientras tanto a un conejo y con la zquierda tocaba las cuerdas con el mismo talento de siempre. Volviendo a la escena del combate, rápidamente su Brazo izquierdo intercambia el arpa hacia el derecho para que la zurda quede libre y empiece. Improvisar un nuevo réquiem que inunda el recinto con las melodías que desesperaron a máscara de la muerte. Aquel rayo de energía enviado por su rival traspasa entonces la figura del Dios Guerrero consumiendo la imagen tal y como si se la llevase a otro lugar. Por un momento la calma vuelve al terreno de batalla dejando sólo ahí a cáncer con su dedo índice acechando, sin embargo el concierto musical vuelve rápidamente, pero esta ves el ritmo, el tiempo y los acordes son más rápidos que de común, presentando un sentimiento melancólico y mortuorio, tal como si fuese diseñado especialmente para dar muerte a quien oíga tan espectacular arte, viéndose como paralelamente una serie de imágenes de mime realizando el concierto por todos lados: arriba, a los lados y a espaldas de su enemigo. Es así como la imagen del dios Guerrero más talentoso entre los siete se adueña de la escena emitiendo incesante la tonada mortal que busca confundir a su rival, excitando todos sus nervios simpáticos con el fin de causar tortura psicológica y desesperación ante lo que es la mismísima ruta de la muerte *
Kyansā no Desu Masuku » Goorudo no Seinto
*A pesar de haber estado bajo una considerable presión invisible producida por la prodigiosa pero retorcida mente de Máscara de Muerte, y de que las Ondas Infernales avanzaran como mortal radiación a la velocidad de la luz, el maestro escapista de Asgard logró una vez más salir airoso sin un rasguño en su ropaje sagrado, para sorpresa del santo dorado. Una mueca de disgusto, aparece en la antes risona cara del protector de Cáncer, pues aquellas habilidades no parecen dignas de un Dios Guerrero. - Maldito infeliz...- susurra, producto de la frustración de luchar contra un ser que se mueve a una velocidad mayor que la de la luz como si fuera una broma. Al escuchar la melancólica música de Mime por todo el campo de batalla, como una ilusión auditiva, los párpados bajan para cubrir sus azules orbes mientras una nueva sonrisa, rota y molesta, se apodera de su galante rostro. -No tiene caso luchar contra ti...- habla, sin importar si el músico lo escucha o no, mientras nuevamente eleva su dedo índice y convoca el cosmos restante de las Ondas Infernales. -¡Adiós, niño bonito!- suelta una última burla mientras la energía cadavérica que su dedo desprende, en vez de salir disparada contra el enemigo, envuelven el cuerpo de Máscara de la Muerte y baña su armadura dorada en luz lechosa. Un parpadeo después, la luz Infernal ha desaparecido y con ella el cuarto campeón de oro se ha ido de Asgard, dejando en el campo de batalla una orquesta sin auditorio para escucharla. Claramente Máscara de la Muerte no era un enemigo digno de un ser tan magistral como Mime, cuya velocidad superaba por mucho a la de la luz y que en una lucha contra un caballero dorado, los más poderoso del ejército de Athena, este jamás pudo ponerle un dedo encima. Así, el dorado de Cáncer sale de escena, dejando una cuestión en el aire: ¿Es acaso Mime un hombre más fuerte y veloz que un Dios?*
.......
:: ROLL OFF :: |
|
|
|
Vencedor: Mimme de Benetnasch
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 5 de 5
Siguiente
Último
|
|
|
|
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|