
Me esperarás, y volveré a tu lado, no como amigo ya, mas como amante; mi fantasía del amor distante humo ha sido, en el aire evaporado.
Ya no miro hacia atrás; estoy cansado de dar sin recibir; voy, caminante, hacia tu mundo azul, donde el instante se transforma en sendero prolongado.
Has esperado tanto…, y esa espera, tan injusta y cruel, mi compañera, ha llegado a su fin; en ti me vierto.
Agua para tu sed hay en mi vaso, y en la ceniza gris de mi fracaso, la última llama tímida se ha muerto.
Soneto Nº 910, "Has esperado tanto".
Aída Laura
| |