
EN PAZ...
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajo injusto, ni pena inmerecida...
Porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino...
Que si extraje la miel o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o hieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas...
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: !mas que tu no me dijiste que mayo fuese eterno...!
Hallé sin duda largas noches de mis penas; mas no me prometiste tu solo noches buenas; y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz... ¡Vida, nada me debes...! ¡Vida...! ¡ estamos en paz!
(Amado Nervo)
César Fdo.
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