DE ESTE AMOR...
Déjame que te hable con mi sana memoria,
terca como la brisa, dócil como una flor.
Claro como un arroyo, turbio como una ola,
déjame que te cuente esta historia de amor.
Ella me dio sus manos, su silencio más fino,
su más irresistible y lánguida mirada.
Yo le di mi lenguaje, mi baile, una sonrisa,
una canción, un árbol, todo fue casi nada.
Ella vino despacio, limpia, inmensa, desnuda
y me ofreció su vientre de tierra lisa y pura.
Yo le mojé los labios con un ansia de lluvia
y le sembré raíces en toda su cintura.
Ella curó mis llagas, yo la cubrí de cielos.
Ella descubrió el alba, yo anduve sin remedio.
Ella fue la culpable de este amor sin reverso
y estos son de su ayer mis más recientes versos.