ENERO
¿Y qué nos trae enero? Libros de contabilidad en blanco. Diarios por estrenar. Tescientos sesenta y cinco dias nuevos, pulcramente ordenados en semanas, meses y estaciones. Una porción considerable de tiempo, de vida.. esas primeras notas, como de una orquesta que afina los instrumentos antes de que comience el concierto.
Phyllis Nicholson
Ramillete del campo. 1947
Empieza el Año Nuevo con un ritual de veneración y reconexión. Un dulce ritual de Año Nuevo es sentirse a gusto con el futuro. Acurrúcate en tu sillón favorito, pon música relajante, bebe algo festivo y burbujeante y enciende despacio doce velas votivas, una para cada mes. Mientras enciendes la primera, pregúntale al mes de enero si quedan viejos deseos que hacer realidad a fin de poder seguir adelante. Pregúntale a febrero qué ritual cotidiano nuevo para ti puedes empezar a incorporar a tu rutina diaria o semanal que conlleve cuidarte a tí mismo. Tal vez sea dejar el escritorio libre de objetos en desorden al final del día, pero también podría ser dormir una siesta los domingos.
Pregúntale a marzo qué nuevo sueño está madurando en tu imaginación. Sé creativo y curioso en tus preguntas . Cuando formules una pregunta a cada mes, sea cual sea la respuesta que surja, práctica o extravagante, actúa a partir de esa sugerencia y fíjate como te sientes después. Lleva el registro de tu experimento en un diario.
Imagina que nunca haz recibido hasta ahora el regalo de un año nuevo. La Fortuna ha llegado con los brazos cargados de regalos para ti. Un librito que aprecio mucho, Ceremonias cotidianas, escrito por Abbie Graham en 1928, describe de este modo su visita anual. "Abro la puerta. Entra la elegante visitante venida de lejos. Lleva los regalos en la mano, el regalo de las horas y los momentos prudentes, el regalo de las mañanas y las noches, el regalo de la primavera y el verano, el regalo del otoño y el invierno. Tiene que haber revuelto los cielos para encontrar unas dádivas tan excepcionales"
De: El encanto cotidiano
Sarah Ban Breathnach
|