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De: MARTY (Mensaje original) |
Enviado: 20/01/2010 15:56 |
Siempre de mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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De: susanna |
Enviado: 20/01/2010 18:50 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-
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De: MARTY |
Enviado: 22/01/2010 03:47 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-
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De: susanna |
Enviado: 22/01/2010 10:36 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-
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De: MARTY |
Enviado: 22/01/2010 18:14 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-4) ágil-
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De: susanna |
Enviado: 22/01/2010 18:52 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-4) ágil-5) lea-
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De: MARTY |
Enviado: 24/01/2010 02:47 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-4) ágil-5) lea-6) mas-
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De: susanna |
Enviado: 24/01/2010 18:26 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-4) ágil-5) lea-6) mas-7)aun-
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De: MARTY |
Enviado: 25/01/2010 04:38 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-4) ágil-5) lea-6) mas-7)aun-8) templar-
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De: susanna |
Enviado: 25/01/2010 14:47 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-4) ágil-5) lea-6) mas-7)aun-8) templar-9) nado-
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De: MARTY |
Enviado: 26/01/2010 18:47 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-4) ágil-5) lea-6) mas-7)aun-8) templar-9) nado-10) final-
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De: susanna |
Enviado: 26/01/2010 21:20 |
Siempre del mismo modo, al día siguiente Martín continuó su andar, levantándose ágilmente y echando a correr, luego disminuyendo su carrera, después caminando para finalmente sentarse y descansar. Después otra vez en pie, otra corrida y así sucesivamente.
Aún sintiéndose con hambre y sed, estaba tan dominado por la idea de la gran masa azul de agua que iba a ver, tan ansioso por poder contemplarla realmente después de tanto haberlo deseado, que casi no se permitía interrumpir su andar para buscar un alimento; tampoco pensaba en su Madre de las Sierras, hoy sola y entristecida, lamentándose por haberlo pedido, tan excitado estaba ante la perspectiva de lo que le aguardaba.
Poco después del mediodía, comenzó a escuchar un suave rumor que parecía llegar del fondo de la tierra que pisaba, de su alrededor y desde el aire que lo envolvía. Mas él no sabía que era el rumor del mar. Por fin llegó a un lugar donde la tierra se alzaba en largas elevaciones de arena donde nada crecía, salvo matorrales diseminados de duros pastos amarillentos. Mientras trabajosamente avanzaba por el médano, a veces hundiéndose hasta los tobillos, el profundo y extraño rumor que desde hacía tiempo venía escuchando se tornaba más y más fuerte, hasta llegar a parecerse al son de una fuerte ráfaga de viento dentro de un monte, pero más grave, más ronco, creciendo y decreciendo y, a intervalos, interrumpido por golpes como de truenos que provocaban un eco repetido entre las sierras distantes.
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1) raque-2) mar-3) tela-4) ágil-5) lea-6) mas-7)aun-8) templar-9) nado-10) final-11)quepa-
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