El cielo...
Un hombre, su caballo y su perro, iban por una carretera...
Cuando pasaban cerca de un árbol enorme, cayó un rayo y los tres murieron fulminados...
Pero el hombre no se dió cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales... (a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser concientes de su nueva condición...)
La carretera era muy larga y colina arriba, el sol era muy intenso; ellos estaban sudados y sedientos...
En curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro...
El caminante se dirigió al hombre que custiodaba la entrada y entabló con él,
el siguiente diálogo:
-Buenos días.
-Buenos días, -Respondió el guardián.
-¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
-Este es el cielo...
-Qué bien que hayamos llegado al cielo, porque estamos sedientos..!!!
-Usted puede entrar y beber, tanta agua como quiera...
Y el guardián señaló la fuente...
-Pero mi caballo y mi perro también tienen sed...
Lo siento mucho -dijo el guardián -pero aqui no se permite la entrada a los animales...
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba
beber solo...
Dió las gracias al guardián y siguió adelante...
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles...
A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero...
Posíblemente dormía...
Buenos días - dijo el caminante.
El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
-Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo...
Hay una fuente entre aquellas rocas - dijo el hombre, indicando el lugar.
Podéis beber toda el agua como queráis...
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed...
El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre...
Podéis volver siempre que queráis... -Le respondió este...
A propósito ¿Cómo se llama este lugar? - preguntó el hombre...
Cielo.
¿El cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo...!!!!
Aquello no era el Cielo. Era el Infierno - contestó el guardián.
El caminante quedó perplejo...
Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre...! ¡Esta información falsa, debe provocar grandes confusiones! - advirtió el caminante...
De ninguna manera...!!!! - increpó el hombre...
En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos...
Paulo Coelho.
Jamás abandones a tus verdaderos amigos, aunque eso te produzca inconvenientes personales... Si ellos han estado dándote su amor y compañía, has contraído una deuda:
" ¡No abandonarlos nunca! "
César Fdo.