*Lyoness luego de recibir el nombramiento de caballero por vondad de la princesa Shynna, se dirige a lo que será su feudo, por el cual recibió el encargo de protegerlo y hacerlo florecer.
El arquero atravesó el espeso bosque y siguió por el sendero que lleva al manantial y cuyo verde color solo se asoma cerca de las riveras*
(Lyoness): Este es el jardín?
Vaya, encomienda que me deja la princesa, de mas pensar que me gané sus confianza..
*El jardín tenía poco de tal, a excepción de un gran maisal del otro lado, solo la rivera del manantial revosa de vida. El gran claro en medio del bosque al que llaman los lugareños como el Jardín es poco mas que monte atravesado por un rio que funge de oasis en medio de la desolación*
Lyoness: No solo el ejercito se fue con la princesa, al parecer toda vida en esta parte del territorio.
Por donde empezar..
*Se acerca a la que será su recidencia. Se tropieza con unos maderos, abre la rechinante puerta y la sostiene con fuerza para que esta no se caiga. Limpia el polvo de su rostro mientras procura respirar con fluidez*
Necesitaré mucho trabajo para hacer de esto un cuartel, si acaso una morada.
*Sube por la carcomida escalera mientras a cada paso caen tierra y aserrin*
Al menos esta escalera servirá de trampa para los ladrones..
*Llegando al segundo piso se acerca a la ventana y se da cuenta que despues de todo no esta tan mal el lugar*
Desde aquí se divisa toda la zona, servirá para mis propósitos, una torreta en lugar de tejado me vendrá mejor.
*Luego de bajar con cuidado y de ahber inspecionado todo empieza a trazar en un viejo papel lo que será su futuro cuartel*
Bien, necesitare mucha madera, el favor de un herrero que me proporcione clavos y herramientas, y encopntrar una cantera para construir un simiento adecuado. Tal vez lo mejor sea tirar abajo todo esto y empezar de nuevo, pero por lo pronto asegurar un lugar para dormir es lo primero.
Aqui habían flores de las mas extrañas, y ahora solo hay campo agreste, tal vez es tiradero de las hadas, los matorrales estan llenos de hierva mala, que acaso ni los duendes se acercan por aquí.
Ese manatial solo fluye egoistamente sobre su cause, unos pequeños surcos tal vez ayuden.
(que extraña fuerza vendecirá ese gran maizal que se encuentra del otro lado del rio, es lo único que parece florecer sin problemas)
Según cuentan antiguamente habian muchos animales silvestres, pero solo he logrado ver que abundan las ratas. Seran entonces mi cena no hay de otra.
Debe haber algún depredador que no he visto, tal vez esas extrañas huellas cerca del camino expliquen algo. Debo tener cuidado.
Se acerca la noche, procuraré una fogata y afilaré mi daga, luego a descanzar, deberé ir al pueblo mañana por lo que necesito y ojalá algún ayudante pueda conseguir..