Sir Lyoness se encontraba trabajdno en la construcciòn del templo en honor al Sólar cuando uno de sus guardias se acercò con noticias..
Guardia: -Sir, han llegado visitantes a las puertas de la ciudad, será mejor que venga pues uno de ellos se identifica como el principe Syrus.-
*deja caer una piedra que tenía en la mano y esbosa una expresión de angustia y sorpresa*
Sir Lyoness se acerca cabalga a la plaza de la ciudad donde los guardias atienden a 2 individuos maltrechos y arapientos que han llegado de un largo y penoso viaje,
Sir Lyoness: -Quien se hace llamar Syrus- cuestiona con voz energica
Syrus: -Yo soy Syrus- se levanta con porte gayardo propio de un principe, que aún cuando apenas conserva fuerzas para hablar no baja la mirada y muestra hidalgía en todo momento. - Quién pregunta-
Sir Lyoness baja de su caballo, se acerca al joven, toma su brazo derecho y levanta la manga de sus ropas raidas descubriendo la marca de nacimiento de la familia real, una marca en forma de grifón, roja como la sangre y delineada como si hubiera sido impresa en fuego.
*se arrodilla e inclina la cabeza*
Sir Lyoness: -principe Syrus!!- al ver incado a Sir Lyoness todos los presentes se inclinan ante el principe.
-Agradezco a los dioses que se encuntre bien, temiamos que Frosson lo hubiera matado, no estabamos seguros, las esperanzas eran pocas-
Syrus: -Frosson es muy poderoso pero su sovervia es su principal debilidad, luego os contaré los detalles, ahora llevame ante mi hermana Shynna-
Sir Lyoness: con voz nerviosa y desconsertada -Alteza su hermana la princesa ha marchado en su busqueda, de no encontrarlo atacará hacia Cardús, y enfrentará Frosson en batalla-
Syrus: el principe aprieta sus puños y mira hacia un costado -No hay tiempo que perder, preparenme un caballo, traiganme una armadura y la mejor espada que tengan-
Sir Lyoness: -Alteza, si parte en este momento en estas condiciones solo será mas problemas para la princesa- el principe lanza una mirada altiva a Sir Lyoness pero comprende que este tiene razón
Syrus: -Anumo que su merced es quien está a cargo, descansaré esta noche y mañana al amanecer tendrá preparado un caballo y armas para mi viaje-
Sir Lyoness asiente y mientras se retira Danae se acerca y con los ojos llorosos se lanza a los brazos de su esposo que ha llegado con el principe.