El silencio interior es una hermosa experiencia
en la que podemos conectar con lo más puro
y elevado de nuestro ser espiritual.
Es un estado en el que nuestra mente y nuestro intelecto
van más allá de todos los asuntos mundanos,
de todo el ruido generado por los pensamientos
que creamos acerca de las situaciones externas,
tareas, conversaciones, informaciones recibidas, etc.
El silencio interior es como acceder a un espacio sagrado
en el que brilla nuestra esencia,
el alma,
como un radiante punto de energía espiritual,
que irradia sus cualidades intrínsecas de amor, paz, pureza y dicha.
Nos permite a la vez el abrirnos a la fuente divina de luz y poder espiritual.
Sin embargo, acceder a esta experiencia hermosa,
elevada y transformadora requiere de una preparación
y de cumplir con ciertas condiciones.
En particular, es esencial limpiar nuestro corazón de sentimientos
e impresiones negativas
necesitamos despejar nuestro corazón de todo rastro de negatividad.
Cada vez que pensamos y percibimos de forma negativa a otros,
y especialmente cuando alimentamos sentimientos negativos hacia los demás,
a nivel sutil acumulamos una carga de negatividad.
Esta negatividad bloquea nuestra habilidad de acceder a la dimensión del silencio,
en la que podemos disfrutar del néctar de las experiencias espirituales más elevadas.
El silencio interior es accesible
cuando conseguimos el nivel de limpieza necesario en nuestro corazón.
Éste es, por supuesto, un trabajo interno profundo,
no servirá una revisión superficial.
Sin embargo, los logros de la experiencia del silencio son tan maravillosos
que bien merecen el esfuerzo de desarrollar
y mantener en nuestras vidas una visión positiva y elevada hacia los demás,
así como mantener constantemente sentimientos puros y buenos deseos hacia todos.
Tanto como podamos.
Este trabajo interior es fundamental
para conseguir éxito en nuestro viaje a la dimensión del silencio.
Tomado de la web
Besitos
Mabel