En nuestra vida terrenal es difícil
recordar que somos almas y no simples
cuerpos físicos.
constantemente nos distraen,
las ilusiones y desilusiones de este mundo.
Nos enseñan que el dinero y el poder,
el prestigio y las posesiones materiales
son de suma importancia
y a veces incluso el motor
de nuestras vidas.
Nos enseñan que para ser felices
tenemos que lograr que los demás
nos aprecien y nos respeten.
estar solos, nos dicen, es ser desgraciados.
En realidad somos seres inmortales
que nunca se separan energéticamente
de los que aman
tenemos almas gemelas
y familias espirituales que son eternas
Los espíritus guardianes
nos guían y nos aman siempre
nunca estamos solos.
Al morir no nos llevamos
las cosas que poseemos.
nos llevamos nuestros actos y nuestras obras,
los frutos de la sabiduría alcanzada por nuestro corazón.
Cuando despertamos a la idea
de que somos seres espirituales,
cambian nuestros valores
y por fin podemos ser felices y estar en paz...