El uso cada vez mayor de teléfonos celulares requiere un gran número de torres,
sin embargo nadie quiere verlos así de feos. De hecho muchas personas piensan
que vivir, trabajar o ir a la escuela cerca de una torre de telefonía celular podría
aumentar el riesgo de cáncer u otros problemas de salud. Es por eso que a las
empresas de telecomunicaciones se les ocurrió la brillante idea de utilizar torres
camufladas de árboles, postes de madera, depósitos de agua o torres de iglesias
de esta manera los pobladores de las zonas se sentirian tranquilos y no se romperia
con el paisaje natural de la zona.