Una vez sentado, le pide al taxista que
apague la radio para no oír música
durante el Ramadán ( Mes del Ayuno ),
tal como lo dicta su religión, y porque en
tiempos del profeta no había música,
especialmente música occidental, que es
la música de los infieles.
El chofer del taxi educadamente apaga la
radio, se baja del taxi, luego se dirige a la
puerta del pasajero y la abre.