En un mar salado de lágrimas,
frió de sentimientos, azul como su alma.
Rodeada de caracolas, perlas y esmeralda,
cantaba una sirena.
Los delfines saltaban festejando
con melodiosa cadencia.
Las estrellas envidiosas de sus brillos iricentes,
se iluminaban como compitiendo por su belleza,
pero la bella sirena no reía,
solo cantaba al mar con amargura,
miraba sin mirar,
como si solo viera hacia adentro,
como si de sus ojos se cerraran las puertas.
La briza elevaba su cabellos,
brillosos como nácar
sus dientes susurraban la melodía,
y se desmallaban las olas sobre su cuerpo,
intentando acercarse a su cabeza para tocar sus labios.
Gritaban acompañando su canto,
las bellas gaviotas que olvidaban los barcos que traían su pesca,
nadie veía lo que tenía en sus manos esa bella sirena,
pero todo el que sin poder verla la escuchaba,
suspiraba contagiado de mar,
y agua salada de caracolas, de perlas y esmeraldas
desde cuando sufría esta nereida?
desde cuando sus ojos se cerraron?
ahora en agonía despacio se duerme,
y se convierte en espuma suave.
desde cuando?
Desde que le dijeron te amo y era mentira.
Quedo solo de ella esa espesa espuma
que tratan de robarse las olas,
como quien sigue intentando robarle a la sirena,
comentan algunos de los que suelen perderse
en el paisaje de playa y caracolas,
Que se siente lo que tenía en sus mano.s
Aunque nadie lo viera.
Una esperanza perdida.
acompañada del latido de un corazón de Sirena.
Tomado de la web
Roger