Aroma de mil
flores
Tiembla la
hojarasca a la espera del amante,
como tiembla el olmo en la tormenta
con
cada embestida de viento;
tiembla impaciente pero de pie espera.
Como
huracán doblega mi encendido follaje,
penetra, penetra con enormes
raíces
la espesura de mi ansiosa tierra
sembrando gemas en el enigma de la
noche.
Satisfecho
-hijo del viento- descansas.
Duermes entre aroma de
mil flores
esperando que llegue el alba
a despertarnos con el eco
de
nuestras cálidas tormentas