EL PAGO
INMEDIATO
¿Cómo puede,
Señor, vivir ajena la gente a Tu respuesta cariñosa si, al instante de
hacer una obra hermosa, ya el alma de Tu amor se siente llena? ¿Cómo puede
olvidar, para su pena, que esperas una acción nuestra amorosa para
irradiar Tu luz que, presurosa, paga siempre, al instante, a mano
plena? Que, si no fuera por amor, que obramos, y, si no fuera porque no
pedimos, y, si no fuera porque no esperamos, y porque con el alma
compartimos, valiera imaginarse que actuamos por recibir el bien que
recibimos. Francisco-Manuel Nácher López
|