No hacer mas grande la herida
-.Arturo Quirós Lépiz.-
Todos hemos experimentado lo que es cortarnos
en alguna parte del cuerpo que usamos mucho.
Manos, pies o brazos son particularmente incómodos
debido a que como los usamos tanto constantemente
podemos golpear la herida y esto retrasa la sanación.
Lo mismo sucede con nuestras heridas espirituales,
cuando hemos sido muy lastimados en el pasado
por alguien, un odio, un rencor o simplemente
algo que nos provoca mucho dolor. Esas son heridas,
pero sin embargo a veces nos dedicamos a lastimar
esas heridas y hay gente que todos los días dedica
un buen rato a golpear sus propias heridas
una y otra vez, y por ende no sanan nunca
y no porque tengamos algo mal en nuestra sangre,
sino porque simplemente nos encargamos
de que la herida esté siempre abierta.
Amigos. Muchas veces no sanamos porque como
que no queremos, nos cerramos y nos aferramos
a cosas del pasado de las cuales ya tenemos que
sobreponernos. No es que las "defensas" de nuestra
alma no funcionen, no es que Dios nos abandone,
muchas veces no sanamos simplemente porque
nosotros mismos no permitimos que Dios haga
su obra y mantenemos la herida abierta con nuestros
actos y pensamientos.
Quizás tengas una herida que no haya sanado en mucho
tiempo y crees que es culpa de Dios.
Yo te invito a que en este día reflexiones
si realmente no estás contribuyendo a mantener
esa herida abierta con tus obras, tus acciones
y tus pensamientos. Así podrás dar el primer paso
hacia una sanación donde ayudes a Dios y no te
quedes esperando un milagro que nunca pasará sin tu ayuda.