Yo que crecí dentro de un árbol
tendría mucho
que decir,
pero aprendí tanto silencio
que tengo mucho que callar
y eso
se conoce creciendo
sin otro goce que crecer,
sin más pasión que la
substancia,
sin más acción que la inocencia,
y por dentro el tiempo
dorado
hasta que la altura lo llama
para convertirlo en naranja.
Pablo
Neruda