Paisaje
El campo de olivos se abre y se cierra como un
abanico. Sobre el olivar hay un cielo hundido y una lluvia oscura de
luceros fríos. Tiembla junco y penumbra a la orilla del río. Se riza el
aire gris. Los olivos, están cargados de gritos. Una bandada de
pájaros cautivos, que mueven sus larguísimas colas en lo
sombrío. Federico Garcia Lorca
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