LA
FLEXIBILIDAD...
Un
discípulo fue en busca de su maestro en su lecho de muerte para recibir
sus últimas enseñanzas y mensajes. Después de agradecerle las
enseñanzas que le había dado a lo largo de los años, el discípulo rogó
al maestro que le dijera si tenía todavía algún secreto que pudiera
ayudarle a ser feliz. El maestro fijó sus ojos en él y le invitó a que
se acercara y le mirara la boca. - ¿Ves mi lengua?, le preguntó. - Sí, la
veo, respondió el discípulo. - ¿Tengo todavía dientes?, siguió
preguntando el maestro. - No, no los veo. - Bien -prosiguió el maestro-
¿Sabes por qué se han caído los dientes y no la lengua? El joven, un
tanto confuso, respondió: - Supongo que la vejez y el paso de los años
han causado la caída de los dientes. - No -concluyó el maestro- los
dientes se han caído porque son duros y rígidos, y la lengua sigue ahí
porque es flexible y ha sabido adaptarse. Ahora ya sabes todo lo que
vale la pena saber.
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